Los Misterios De La Humanidad
El hombre una máquina eléctrica
Hemos llegado a una de las tantas conclusiones y es que el hombre es una máquina eléctrica. En los habitantes de la antigüedad, tenían conceptos muy claro en cuanto al macrocosmos y microcosmos. Estos conceptos cuentan mucho antes de Sócrates, el cual los defendió, y que han llegado a nosotros, gracias a que subsistieron en los textos ocultistas. El macrocosmos como bien lo dice la palabra, correspondía al universo, su símbolo eran dos triángulos equiláteros entrecruzados, uno con la punta para arriba y otro con la punta para abajo, formando la tan conocida por nosotros, la estrella de seis puntas.
Cómo llega el Hombre a simbolizar el microcosmos
Fue representado por el pentaclo
Dado de que el universo es identificado con el macrocosmos, el hombre debía encontrar como simbolizar el microcosmos. Que fue representado desde épocas muy antiguas por la estrella de cinco puntas, más conocida como pantaclo. Esta figura fue adoptada y apropiada por los magos medievales para defender a los seres humanos del asecho de Satanás, según hemos podido averiguar e informarnos de estos misterios de la humanidad.Las cinco puntas de esta estrella representan las cuatro extremidades y a la cabeza y recuerdan a los cuatro puntos cardinales con su centro, a las cuatro alas del palacio imperial chino con su emperador central, a los cuatro sacerdotes que sujetaban a la víctima que iba a ser sacrificada en México, siendo el quinto quien empuñaba el puñal de obsidiana, y a tantos conceptos mágicos de la antigüedad y los misterios de la humanidad. Luego con la llegada del racionalismo se consideró al microcosmos una tonta superstición, sin tomar nadie en cuenta que el hombre viene a ser la imagen, a menor escala, del universo, como lo es también la Tierra. El alemán Theodor Landscheidt comparó las distancias relativas de los planetas al Sol y descubrió que eran proporcionales a las de los electrones hasta el núcleo del átomo al que pertenecen. Es natural, pues, que las ondas EM y de otros tipos llegadas a la Tierra produzcan una respuesta en el organismo humano, una especie de resonancia, y esta resonancia tiene lugar, o alcanza su punto.
Los antiguos sabían como protegerse
Los símbolos
Uno de los misterios de la humanidad es la corona que utilizan los reyes. Esta que es utilizada por estos en algunas ceremonias, y que con el tiempo se convirtió en símbolo de la realeza, pero parece que hemos perdido el porque de su origen, y este estaba vinculado con la electricidad. ¿No resulta revelador el hecho de que las coronas sean siempre metálicas? Están a veces rodeadas de diamantes o esmeraldas, o se reducen a sencillas diademas, pero su estructura es siempre metálica, fabricada con metales nobles, como el oro, la plata o el platino, o fueron hechas de hierro entre los reyes visigodos. Pero nunca, por ningún motivo, se elaboraron con madera. Intervino siempre un metal buen conductor de la electricidad. ¿Por qué?
¿Fueron las coronas de los antiguos simples cintas de metal que servían para proteger a la cabeza de las ondas maléficas? ¿Sucedía lo mismo que con las herraduras de hierro, que se convirtieron en símbolo de la buena suerte porque su papel era eminentemente protector? Es curioso observar que los musulmanes y los creyentes de ciertas religiones penetren descalzos a orar en sus templos. ¿Lo hacen por respeto a la divinidad o porque obedecen una costumbre ancestral de los misterios de la humanidad que invita a descargar el cuerpo de toda la electricidad superflua?También los brazaletes de cobre fueron ideados en la antigüedad con un propósito bien definido: tomar la electricidad del suelo o del ambiente, en pequeñas cantidades, para mejorar el metabolismo o echar afuera el excedente acumulado en el cuerpo. El organismo busca equilibrar la electricidad que contiene y estos brazaletes de cobre contribuyen a lograrlo. Lo malo es que el hombre ha exagerado su actitud hacia la electricidad, al rodearse de objetos metálicos de toda índole. Y toda exageración conduce a efectos perjudiciales.
No es bueno modificar el ambiente
El hombre emite electricidad
El hombre, un ser eléctrico que recibe y emite ondas, ha modificado el medio ambiente en términos de electricidad. Ha construido con acero en perjuicio de ciertos materiales aislantes tradicionales, como la piedra, los ladrillos y la madera, que sabían proteger su organismo. Se encuentra tan rodeado de objetos metálicos que se carga lo mismo de una excesiva carga eléctrica que la pierde por completo. Ambos extremos son malos y esto lo sabían los antiguos que tantos misterios de la humanidad nos han dejado. En el versículo 25 del capítulo XX del Éxodo bíblico se dice, muy claramente, que no conviene utilizar instrumentos de metal, sino de piedra. Cuando llega en dosis masivas, la electricidad puede matar: un rayo, la caída de un cable de alta tensión, la tan tenebrosa silla eléctrica, suelen conducir a resultados fatales. Pero puede a veces aliviar, si se sabe aplicar con tino.
Fue lo que quiso intentar Franz Antón Mesmer (1734-1815) para curar ciertos males. Suponía este médico vienes que el espacio está ocupado por un fluido que ejerce su acción sobre el organismo. En sus tiempos, muchas personas consideraron su teoría pura charlatanería, pero en la actualidad no faltan los que comienzan a ver algo de verdad en la tarea realizada por Mesmer: el fluido del que hablaba vendría a ser las ondas EM, que supo canalizar para la curación de ciertos males de origen eléctrico.Los misterios de la humanidad y los curanderos que aplican sus manos sobre los pacientes, ¿obtienen los efectos terapéuticos buscados por simple sugestión o porque saben aplicar los estímulos eléctricos, como hacía Mesmer? Tal vez sea así, pero es preciso aclarar que la acción invisible ejercida por la electricidad se convierte en ocasiones en funesta contaminación cuando se abusa de ella. Se presenta con mayor intensidad entre quienes viven en lugares poco o nada naturales, cerca de centrales eléctricas, estaciones de radio o televisión, de cables de alta tensión. Colocarse cerca de un motor eléctrico de gran potencia puede resultar nocivo para la salud. Retrasa ciertos procesos biológicos vitales, como la actividad enzimática y la formación de anticuerpos, entre otros. Además de esta acción de las radiaciones todavía existe otro peligro que amenaza a cada instante a los seres humanos, y este peligro es en parte una consecuencia del electromagnetismo exterior.
Información tomada de : Misterios de la Humanidad
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