En la educación hay que conjugar el verbo incluir
Se aferra a él como si se tratara de su madre y con cuidado empieza a caminar. Sus casi irrisorios zapatitos blancos, que no puede ver, chocan contra el pavimento y lo blindan de lo que su andar inocente no prevé.
Ante la menor inquietud o aviso de duda, cuando sus pisadas vacilantes se encuentran con un terreno poco seguro, toma las manos de su madre con fuerza. Ella lo llena de seguridad. Recias palabras que le dan autonomía: "Lindo, tu ya sabes manejar el bastón".
Cerca pasa un golden retriever. "Hijo, ¿cómo es que hacen los perros?", y Juan Manuel imita al can en sus tristezas y sus furias. "Tiene un oído prodigioso", comenta Deisy, la mamá.
A los 18 años quedó en embarazo, claro, hubo el susto normal, como dice ella, pero con su compañero afrontaron la situación. Querían tener el bebé.
"Nunca supimos nada, hasta que después del parto nos dijeron que el niño no iba a ver". Finaliza el relato de ese recuerdo, ya sin amargura, con una frase simple: "Fue muy duro".
Juan Manuel aparece en las cifras del Dane dentro del 6,4 por ciento de la población que, en Colombia, sufre algún tipo de discapacidad, lo que se traduce en más o menos 3 millones de personas. Experiencias que tienen diferentes edades, etapas y condiciones. Dicho conteo se realizó en 2005.
En todo el planeta, reveló el viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay más de mil millones de personas con alguna forma de discapacidad. "De ellas, casi 200 millones experimentan dificultades considerables".
En el resumen del informe, la OMS destaca que "las personas con discapacidad tienen peores resultados sanitarios, académicos, una menor participación económica y tasas de pobreza más altas que los demás".
La Organización agrega que en parte, esos resultados son consecuencia de los "obstáculos que entorpecen" el acceso de las personas con discapacidad a servicios que muchos consideran obvios: salud, educación, empleo, transporte, información. "Esas dificultades se exacerban en las comunidades menos favorecidas".
Buscando colegio
"El problema no es la discapacidad, es la sociedad la que impone barreras", opina Deisy.
Tiene claro algo, y lo dice con ese torrente de palabras dulces que le fluyen cuando habla de su hijo, y es que Juan Manuel necesita ser independiente, aunque a ella le duela separarse de él en algunos momentos.
Mientras caminan por un parque del barrio Conquistadores, él aferrado a su bastón y ella a su lado pendiente del más mínimo tropiezo, le advierte a su hijo, "hoy te estoy ayudando mucho, tienes que hacerlo solo".
La caminata hace parte de las actividades que organiza la Fundación Multis, una ONG que tiene como misión generar y promover condiciones para la inclusión de las personas con diferentes limitaciones.
Hasta allá, madre e hijo llegan dos veces a la semana, desde el 20 de julio de la comuna 13. Es en Multis donde el pequeño está aprendiendo lo necesario para enfrentarse a una sociedad que le ha puesto obstáculos a las personas con discapacidad.
Por fuera, la organización tiene la fachada de una casa cualquiera, adentro, los colores y los juguetes llenan de luz los espacios, que sin niños no tendrían ningún sentido. Ahí, con sus manos que buscan un norte que permanece en sombras, Juan se agarra de las barandas que le sirven de guía.
Los otros días de la semana el menor asiste a un Hogar Comunitario del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), después de que Deisy tocara en varias puertas que se le cerraron, "estuve en dos preescolares de Buen Comienzo y en uno privado, y no nos recibieron por la discapacidad".
Varias madres que tienen a sus hijos en la Fundación se quejan por lo mismo: el rechazo en algunas instituciones educativas.
Cifras del Dane revelan que el índice de analfabetismo en personas entre 15 y 24 años, que no tienen ninguna discapacidad, llega al 7 por ciento, contrastado con un 22,5 por ciento de las que si tienen alguna barrera, en números, son 475 mil personas.
Los datos de la Secretaría de Educación de Medellín muestran que hoy se atienden 6.384 estudiantes en colegios oficiales y por cobertura, con diagnósticos como ceguera, deficiencia cognitiva, síndrome de down, sordera y parálisis cerebral, gracias a las condiciones de infraestructura y a la capacitación.
En cuanto a las denuncias de Buen Comienzo, Felipe Andrés Gil, secretario de Educación, manifestó que es "muy raro porque tenemos toda una estrategia de inclusión, aunque hay unos jardines que les contratamos por cobertura. Los casos nos los pueden dar a conocer".
Marina Estella Palacio Rendón, docente del colegio Los Alcaravanes y ganadora del premio Compartir al Maestro, cree que es necesario una verdadera inclusión, pues alega que lo que hay es integración ya que los planteles están obligados a recibir a todos los menores, pero muchas veces sin capacitación de los maestros.
El Secretario y la profesora también coinciden en que las pruebas Saber se deben acomodar a las discapacidades de los estudiantes, porque pretenden hacerles los mismos exámenes a todos.
Juan Manuel solo se siente cómodo en dos lugares: en su casa, al lado de su mamá, y en la Fundación, aún no se adapta al Hogar Comunitario. "Cuando lo dejo allá se queda llorando, porque él sabe que los otros niños no son como él, que ellos sí pueden ver".
A Deisy se le parte el corazón cuando deja su niño en el preescolar, pero sabe que es necesario. Quiere que su hijo "salga adelante", que no se quede atrás en educación, "porque es súper inteligente y nada le impide aprender como los demás".
Tomado de. El Colombiano.com

Comp. Javier Mejía T. www.exagonobibliotecario.blogspot.com





































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