Anticoncepción de emergencia: la píldora del día siguiente
…o la “píldora del día después”; levonorgestrel, ulipristal y mifepristona conforman este grupo de medicamentos hormonales utilizados como métodos anticonceptivos para prevenir embarazos no deseados una vez que ya se han sostenido relaciones sexuales sin protección de ningún tipo (incluso en los casos de violaciones) hasta 4 ó 5 días después del encuentro sexual. No obstante que en la actualidad existe una amplia gama de métodos anticonceptivos, temas como el embarazo adolescente, embarazo no deseado y el aborto son cuestiones que miles de mujeres mexicanas deben afrontar a diario. Inmersas en contextos socioculturales que distan enormemente, las mexicanas, mujeres sobre todo, se auxilian con los elementos que tienen a su alcance; los cuales pueden ser varios o nulos.
Lamentablemente, son mayoría las mexicanas que tienen un acceso limitado a un servicio de salud adecuado lo que significa un mayor número de embarazos no deseados y de abortos. En una sociedad como la nuestra, siempre habrán perspectivas que se oponen entre sí; cuestiones religiosas y políticas deben siempre ser discutidas por todos los interesados. La píldora del día siguiente es uno de esos temas espinosos, pero ineludibles.
También conocida como anticoncepción postcoito se trata pues, de la administraciones de estos medicamentos hormonales vía oral cuando ha ocurrido el contacto sexual y/o algún otro método anticonceptivo previo ha fallado, es decir cuando el condón se ha rasgado, no fue colocado adecuadamente o esté en malas condiciones; en los casos en que el espermaticida no se haya disuelto bien antes del contacto sexual; también cuando el coito interrumpido ha fallado al no haberse retirado el hombre antes de eyacular; cuando no se han tomado las pastillas anticonceptivas con regularidad; cuando el dispositivo intrauterino ha sido parcial o totalmente expulsado o cuando la mujer ha sido expuesta a teratogénicos.
El medicamento se administra durante las primeras horas postcoito y la implantación no sucede hasta siete días después de la ovulación, por lo que la utilización correcta de este tipo de anticoncepción no se considera equivalente un aborto terapéutico: El medicamento inhibe la ovulación y previene la implantación (o provoca la regresión) del cuerpo lúteo (un tejido que se forma en el ovario y que es indispensable para el embarazo). Que no sobre decir que este método anticonceptivo no se recomienda como un método habitual para el control de nacimientos, pues de entrada su misma denominación lo dice claro: “de emergencia”.
Teniendo por cierto dos aspectos fundamentales (los derechos de las mujeres y una buena política de educación sexual), en Latinoamérica, el tema de la píldora del día siguiente como método anticonceptivo regulado y promovido por el gobierno ha suscitado grandes controversias. Se sabe que en países como Costa Rica, Ecuador o Nicaragua se tiene incluso legislado en su contra, equiparando su uso con el mismo aborto (el cual, por supuesto, está penalizado), y por otro lado en países como Argentina o México en donde los servicios de salud pública la ofrecen gratuitamente. Mención aparte merece Chile, en donde se vio un retroceso relacionado con la distribución y promoción de este método anticonceptivo en la población sexualmente activa. Basando en efectos de inconstitucionalidad, se decretó el la píldora del día siguiente fuera proscrita en todos los servicios de salud pública.
Como se antedijo, este tema, al igual que el aborto, conllevan un gran debate ciudadano al que todos los interesados deben prestar la mayor de las atenciones, pues se trata nuevamente de una cuestión de garantías individuales confrontadas con legislaciones por mejorar. En la ciudad de México, como el resto del país y nuestra región, existe el unísono por mejores políticas y por un mejor educación (en el amplio espectro de la palabra: sexual y de todo tipo).






































Registro automático