El que no aguante ¡Valium!
¡Hasta aquí podíamos llegar!. Pues si, ¡hemos llegado! y estamos tan aborregados que ni levantamos cabeza. Es así, como nuestros representantes nos quieren, es así, como en las regiones que mandan los nacionalistas se nos dirigen y aconsejan, es así, como nuestros políticos nos desean...
Y al que no le guste... ¡Valium!.
No he tenido tiempo ni para pensar y siguiendo los consejos de nuestros queridos políticos, me he ido a tomar un ¡Valium!, y distraídamente me he leído el prospecto, (normalmente aunque no me entere de lo que significan esas palabras raras que hay en los prospectos de los medicamentos, suelo igualmente leerlo), y a pesar de mi lentitud de reflejos, se me han quedado tres frases:
- Tiene efectos tranquilizantes, sedantes, relajantes musculares y anticonvulsivantes.
- Puede conducir a una dependencia
- Este medicamento puede causar sedación, amnesia, trastornos de concentración y alteración de la función muscular
Y al que pregunte demasiado... ¡Valium!
De tranquilo y sedado no hay duda que lo estoy, mis músculos se han relajado, no tengo convulsiones y me apetece tener una dependencia de esta droga. ¿He dicho droga?. ¿El valium es una droga?. No, eso no puede ser, no puede ser una droga, ni un medicamento. Pues si tal cosa fuera, solo un medico la podría recetar. Y el que nos ha aconsejado ha sido un político. ¿Es medico?. No, es tan sólo un político que cobra de nuestro dinero para ejercer... ¿Ejercer de medico?. No, de político.
Y al que dude de ser borrego... ¡Valium!
Ahora lo entiendo. Como los políticos ya han echado a perder la educación y la justicia, ahora van a por la medicina. ¡Claro!, ya no solo matan a los no nacidos (abortos) y a los que ya han dejado de ser útiles (eutanasia) que ahora se dedican a drogar a los borregos para que no salga ningún listillo que les alborote el corral.
Y al que no nos acepte... ¡Valium!
Cada vez me cuesta más teclear las letras del ordenador, los pensamientos me vienen poco a poco al mismo ritmo que la caída de las últimas gotas de leche de una botella de cacaolat, apenas puedo mover los dedos, y dudo que si continuo con estos síntomas, pueda terminar de escribir y mandar esta hoja para su publicación.
PD. Hoy he encontrado a mi mujer triste y sin esperanza. Me decía: ¡Que Dios me perdone! Pero a este futuro que nos están llevando nuestros políticos me hace sufrir y desear... ¡Que Dios me perdone! Que desaparezcan. Que desaparezcan todos. Solo saben hablar mientras el que esta a mi lado se muere de frío, de hambre, de un tiro en la nuca o una cuchillada. No hay justicia, no hay libertad. No quiero que mis hijos vivan este futuro... ¡Que Dios me perdone!, pero no tenemos solución, tiene que venir otra guerra para limpiar esta maldad y que empiece otro Adán y Eva. No quiero esto para mis hijos, nuestros hijos. ¡Que Dios me perdone!, pero a estos políticos les deseo la...
Y es que... Se necesita mucha fortaleza para aguantar.
PD(bis). Usted debe siempre tomar “Valium” exactamente como se lo indique el médico. Dependiendo de la naturaleza de su enfermedad, su edad y peso su médico recetará la dosis más adecuada para usted.

Jaume Canals





































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