Tampoco escapó la educación
Según el Presidente de la República, al ser auditados solo seis municipios cualquiera del país se encontró que en cuatro de ellos se habían reportado listas de niños inexistentes con el propósito de lograr que el Gobierno Nacional les girara recursos adicionales que luego habían ido a parar a los bolsillos de personas inescrupulosas vinculadas a las administraciones municipales de estos entes territoriales.
En estos cuatro municipios los gobiernos locales reportaron cerca de 34.000 niños que no estaban matriculados en ningún colegio y que por tanto no estaban asistiendo a clases, y por ellos el Ministerio de Educación les giro recursos superiores a 36.000 millones de pesos que fueron a engrosar las cifras de la corrupción en el país.
La pregunta que salta inmediatamente es ¿si esto es solo en cuatro municipios de seis auditados, a cuánto ascenderá el desfalco si se revisaran las cifras de las 1.100 poblaciones que tiene Colombia? Fácilmente podríamos estar ante uno de los mayores hechos de corrupción que se han descubierto en el país en los últimos años.
No parece haber ninguna actividad, ni ninguna entidad o institución del Estado que escape a las oscuras maniobras de los corruptos, ni tampoco ninguna barrera para que los deshonestos se adueñen de los recursos y los bienes de todos. Así lo prueban los hechos de corrupción que todos los días afloran en la administración pública y que cada vez comprometen cifras más grandes y agotan más la capacidad de asombros de los colombianos.
Todo esto ayudado por la increíble incapacidad de las entidades de control y vigilancia del Estado para defender los dineros públicos, para detectar a tiempo las acciones de los delincuentes que hay incrustados en la administración pública y para castigar oportuna y ejemplarmente a quienes cometen cualquier acto de corrupción.
Duele, pues, ver que la corrupción haya copado todos los espacios en el país, que las cifras que se van a la alcantarilla por este concepto son cada vez más astronómicas y que la gente de bien haya perdido del todo su capacidad de asombro y de reacción frente a tanta podredumbre y tanto cinismo.
Tomado de: Diario del Otún Pereira

Comp. Javier Mejía T. www.exagonobibliotecario.blogspot.com





































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