¿Sabemos lo suficiente para ser Felices?
La mayoría de las personas supongo que pensará que es una buena pregunta. Pero antes de contestarla debemos hacer una observación. En esa interrogante se está insinuando que hay una relación directa entre el nivel de conocimientos y la felicidad. Pero no parece acertado estar tan seguro de eso.
O sea, supongamos que es cierto que los conocimientos nos dan la felicidad. Me refiero, claro, no a cualquier tipo de conocimientos. Estamos hablando de la sabiduría necesaria para vivir. Si es correcto suponer que es esa sabiduría la que nos da la felicidad cabría preguntarse algo más. Si los niños prácticamente no saben nada de la vida ¿por qué son más felices que muchos de nosotros?
Todo parece indicar que no es la sabiduría lo que da la felicidad. Es más, muchas personas se mantienen felices tal vez porque viven en la ignorancia de ciertas cosas. Y de no saber cosas vitales precisamente.
Mañana mismo morirá mucha gente en este mundo. Así es, como todos los días. Y muchos de ellos están ahora en sus casas, tal vez felices con sus familias. Ignoran que están viviendo justo ahora su último día. ¿Se sentirían igual de dichosos si lo supieran?
Por otro lado, en demasiadas ocasiones es precisamente conocimientos lo que se necesita para ser felices. Es común que los seres humanos en momentos críticos se formulen muchas preguntas. No pueden encontrar respuestas lo que los llena de incertidumbres. Si las tuvieran se sentirían más afortunados.
Es incuestionable que es preciso saber muchas cosas para ser dichosos. Y cada uno de nosotros sabe mucho más de lo que cree. Pero aprender a vivir no se reduce a acumular conocimientos. Aprender tiene que ver con la adquisición de habilidades, hábitos, actitudes correctas y sentimientos equilibrados también. Y lograr el equilibrio de todos entre todos ellos, aprender en ese sentido más amplio sí está muy relacionado con la felicidad.
Muchos son más felices en la infancia que en la adultez aunque en aquel entonces sabían menos. Pero nadie se deje engañar, la niñez suele ser una etapa muy sencilla. Imagina que un niño tuviera que enfrentar todos los problemas que tú enfrentas. No solamente no sería feliz, posiblemente tampoco sobreviviría. No sin las excelentes capacidades que tienes tú.
Volvamos a nuestra pregunta inicial. Intentemos una respuesta sencilla. Si eres ahora feliz, entonces obviamente ya sabes todo lo necesario para serlo. Ahora bien, si aún no lo eres entonces te falta aprender algunas cosas más para conseguirlo. No sabes lo necesario para vivir con satisfacción al menos en tus actuales condiciones de vida.
Pues ya sabes, o cambias tus actuales condiciones de existencia o aprendes. Qué tal ambas cosas. Suerte.
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