5 pasos para saltar
Puede ser que alguna vez hayas visto a un pajarito atrapado. Cuando entran en un local con cristales luego no atinan a salir. Lo que hacen es intentarlo una y otra vez. Chocan repetidamente contra los cristales, se golpean y supongo que les duela. Pero aun así prosiguen hasta debilitarse o encontrar la salida por casualidad.
Ese hecho tan aparentemente trivial de la naturaleza es fundamental. Si lo analizamos con detenimiento podremos sacar ideas valiosas para la vida. Casi puede enseñarnos todo lo que necesitamos para vivir.
El primer hecho curioso es que el pajarito no se da cuenta que lo que anda buscando es la entrada. Sí, la entrada por donde penetró al local es una excelente salida; posiblemente, la única. Y lo segundo es que no deberíamos juzgar apresuradamente la conducta de nuestra ave. Puede ser que su conducta no sea tan irracional después de todo.
Lo vemos estrellarse repetidamente contra el vidrio e inmediatamente pensamos mal de su inteligencia. Pero pudiera ser que lo que está tratando no es de salir a través del cristal. Cabe la posibilidad que solo esté tratando de romperlo. Y de esa manera sería lógico en principio porque ha decidido crear su propia salida. Por lo tanto, limpiemos de toda mancha el prestigio intelectual del pajarito atrapado.
Su problema no es lo que está intentando hacer. Lo que se le puede criticar es la manera en que lo hace. Ha intentado repetidamente sin resultados y todavía así continúa obstinadamente. Idéntico es a como hacemos nosotros con algunos asuntos personales.
Pero no estoy diciendo tampoco que el problema es seguir insistiendo sin resultados. En la vida fácilmente hay que insistir mucho más para alcanzar el éxito que lo que insistirá el pajarito. Pasará bastante tiempo antes de que veamos el fruto de nuestros proyectos más importantes. El asunto es otro.
Salvando las diferencias, nuestra ave está intentando lo mismo que nosotros. Me refiero a que está tratando de salir. Y más específicamente está intentando dar un salto. Quiere saltar desde su actual condición de encierro hacia la libertad. Es decir, quiere ir desde su situación actual hacia una situación cualitativamente superior.
En lo que nuestra ave se equivoca es en no dar primero los 5 necesarios pasos. Ahora aprendamos de sus errores y evitemos repetirlos. He aquí los pasos:
Lo primero: Dedica tiempo a reflexionar sobre tu vida. Piensa sobre las cosas que opinas necesitas para considerarte realizado. No las tengas sólo en la mente, escríbelas sobre una hoja de papel. Y sobre ella ve descartando todas las cosas que no sean tan importantes. Al final deja solamente aquellas que te son esenciales para triunfar.
Lo segundo: Define cuáles son los problemas que tienes que vencer para alcanzar tus metas. Todo lo escribes en el papel. Ve organizando esas cuestiones en orden de importancia. Concéntrate en ellas. Es importante que lo que te estés planteando sea de alguna manera realizable. Que no sea como lo que se propuso nuestro pajarito al golpear el vidrio.
Lo tercero: Reflexiona sobre la manera de conseguir lo propuesto. Tiene que haber una forma de que avances hacia la consecución de tus sueños. Y muy importante, prepara alternativas. El plan no puede ser demasiado rígido. Lo normal es que los planes no alcancen nunca el éxito completo. Trata de adelantarte a lo que pueda suceder y ten preparadas las variantes que vas a emplear. Por eso tienes que pensar en varias formas de lograr tus objetivos, no en una.
Lo cuarto: Muy importante: toma decisiones. Decide el compromiso total sobre lo que tienes pensado hacer. Tú no estás jugando, lo que te has propuesto es muy serio. Así que lo tratarás como tal. Tienes que ser capaz de decidirte de manera clara sobre lo que harás. Evita las ambigüedades.
Y lo quinto: Actúa, ejecuta las mismas decisiones que tomaste en el paso anterior.
Eso debió haber hecho nuestro querido pajarito. Y eso debemos hacer nosotros muchas veces en la vida.
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