Historias económicas para no dormir
Un nuevo hombre del saco ha irrumpido en nuestras vidas y no deja de amenazarnos. Está más de actualidad que Cascos en Asturias y es portada de todos los informativos. Todos sabeis de quién hablo, sí, ella, la prima de riesgo, ¡ahhhh!. Esta maldita prima que ha lanzado su garra a nuestra yugular, nos aprieta y sonríe mientras el color de nuestra faz se torna amoratado.
La construcción europea está siendo tan lenta y tortuosa como torpe, y alguno de sus vagones, entre los que nos encontramos, estamos pasando las de Caín. Unos echan la culpa a los maléficos especuladores internacionales, a las agencias de rating y a EEUU, otros lo hacen a la torpeza de nuestos gobernantes y otros a nadie, simplemente dicen: es lo que hay y lo que nos toca vivir. Lo que yo creo es que, unos más que otros, pero todos tienen razón, entre todos la mataron y ella sola se murió. Es innegable que la situación económica mundial es peor que mala, el endeudamiento público generalizado que sería asumible en una situación de crecimiento económico, en este momento está ahogando a paises tan a priori solventes como Estados Unidos, o incluso China. También es incuestionable que la labor gubernamental desde el inicio de la crisis ha sido nefasta, el tsunami nos pilló en pelota porque no quisimos, o no supimos, verlo venir, y no es que hubiéramos podido evitarlo, pero al menos podríamos haber estado mejor pertrechados. Solbes, que dejó el pais en una situación muy desfavorable para llegar a los famosos criterios de convergencia de Maastricht, volvió a ser el elegido para pilotar la económía española, algo así como poner a Rompetechos a conducir un autobús escolar. En vez de la vergonzosa macarrada del 15-M, de la que hay que excluir a la gente normal que realmente se manifiesta por la situación que están padeciendo, la ciudadanía debería exigir en la calle, que se depuraran en los tribunales las responsabilidades de los dirigentes cuya actuación perjudicara notablemente la situación del pais.
¿Y ahora qué?. Quiero ser optimista, y por ello diré que el futuro se presenta tenebroso. Nos estamos endeudando hasta los ojos, y simple y llanamente no vamos a poder pagar. No nos van a rescatar, en principio porque no hay dinero para ello, pero eso sí, nos van a intervenir, más aún de lo que ya estamos, y nos van a obligar a eliminar la mayor parte de los beneficios sociales que conformaron la llamada economía del bienestar. Que nos vayan a intervenir en realidad significa que Eapaña volvereá a ser un protectorado, no exclusivamente francés como en el siglo XIX, esta vez alemán. ¡Qué brutalidad!, pues desgraciadamente no, vamos a perder toda capacidad de decisión económica y eso quiere decir pérdida de soberanía. Así que lo de rescate no es otra cosa que un eufemismo que quiere ocultar la auténtica realidad.
Dicen los que en teoría saben, que lo primero que hay que hacer para que los estados unidos de Europa sea una realidad es una armonización fiscal, modificación parcial del sistema impositivo de cada pais, con el objetivo de que sean neutrales desde el punto de vista de la competencia. Es decir, que pueda efectivamente haber un auténtico Mercado Común, con total libertad de tránsito de mercancías, empresas y capitales, sin las distorsiones que producen los muy diferentes sistemas fiscales en vigor. Y digo yo, ¿por qué no se hace?, es más, ¿por qué incluso en nuestra maltrecha España nos empeñamos romper la unidad fiscal?. No tiene ningún sentido, caminamos en dirección opuesta al objetivo planteado, España va dando tumbos y Europa palos de ciego. Vaya hombre, qué pesimismo, pero la situación no invita a otra cosa.
Y los jefes qué, o dicho de otra forma, ¿los alemanes qué hacen?, ¿quieren realmente liderar la formación de un estado europeo?, o lo que siguen teniendo entre ceja y ceja es recuperar el imperio. A lo mejor estamos donde justamente quieren ellos que estemos, y la prima de riesgo es el brazo ejecutor para conseguir sus objetivos, ser la provincia vacacional de la gran Alemania.
Perdón, pero creo que ayer me he excedido con el citadelle algo más de la cuenta, ¿o no?, ufffff, no sé, o como diría ante esta situación Sisí Rubes, "¿qué hacer sino?".

El sabio puede cambiar de opinón, el necio nunca

No lo habia pensado pero parece que el driver esta dando en la diana





































Registro automático