Definición de ciudad
William Cowper: "Dios hizo el campo, y el hombre la ciudad"
Una ciudad no es un territorio forrado de cemento, atravesado por carros y carreras y sepultado por el humo espeso de sus chimeneas y el ruido ensordecedor de las bocinas de los autos. Tampoco es un campo abierto en el que los unos y los otros corren de prisa de un lugar a otro como si no tuvieran un destino fijo o como si huyeran despavoridos de sus miedos y temores.
Una ciudad es mucho más que la prisa de quienes corren; más pero mucho más que las estructuras de concreto, hierro y asfalto de las urbes desordenadas en que han crecido tantas generaciones de hombres y mujeres cuya vida transcurrió entre la ansiedad del tiempo y la reducción de los espacios.
La ciudad es mucho más que un sitio, un lugar, un lote, un terreno y un espacio. La ciudad es la gente que ríe y llora al ritmo de los sucesos impuestos por su tiempo y su estilo de vida; es el encuentro de la sonrisa inocente de los niños con el susurro del viento en la copa de los árboles cuya sombra se proyecta generosa sobre la acera en donde los amigos comparten su conversación o en el parque en que los enamorados, tomados suavemente de la mano, caminan en la misma dirección y planean un futuro lleno de amor y comprensión. Es el punto del tiempo y del espacio en donde coinciden las almas de las personas, sus deseos de construir un mundo nuevo y mejor y su necesidad de vivir junto con otros seres humanos al lado de los cuales debe sufrir y gozar, realizarse como ser humano y construir su cotidianidad como persona racional, emotiva e inteligente.
La ciudad es el lugar en que nuestros ojos se abren para recibir cada mañana la luz del nuevo día y en donde absorbemos el aire que llena de vida nuestros cuerpos y nos dispone para afrontar la lucha de cada día con fuerzas renovadas obtenidas en los pliegues de la memoria o en un rincón del porvenir hasta donde se han proyectado nuestros sueños.
La ciudad es el lugar en donde nacimos por voluntad de Dios o en donde afrontamos las jornadas intensas del diario vivir por voluntad propia o por fuerza de las circunstancias. Ciertamente no somos solo del sitio en que nacimos sino del escenario en que proyectamos y cumplimos la tarea de vivir y de compartir. En cierto sentido nuestra ciudad es aquella en que, en un momento determinado se posan la planta de nuestros pies y se fija nuestra mirada. Es el espacio geográfico en que palpita el corazón y circula la sangre en su permanente ciclo vital.
La ciudad es un andén transitado por gentes de aquí y de allá; una calle por donde circulan los caminantes impulsados por su compromiso con el ahora; una avenida atravesada por puentes de cordialidad; un conjunto de barrios en que las costumbres nacen, se modifican y vuelven a aparecer en un proceso perenne construcción y realizaciones.
Una ciudad, en otras palabras, tiene vida. Vida propia. Para ella misma y para transmitirla a quienes nos cobijamos en su sombra protectora
Alejandro Rutto Martínez es un prestigioso periodista y académico colombiano cuyos artículos se publican en páginas de internet, periódicos y revistas de varios países del mundo. Recientemente fue galardonado con el premio de periodismo de EL CERREJÓN en la modaidad de internet. Frecuentemente es invitado a seminarios y conferencias en diversas ciudades. Póngase en contacto con él a través del correo alejandrorutto@gmail.com y visite su página http://www.maicaoaldia.blogspot.com/.

Lo bueno que vaya a hacer hoy, hágalo bien, por usted, por su familia y por su país. ¿Ya leíste Maicao al Día?





































Registro automático