La Fe

Y El dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: Señor, sálvame. Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de el, y le dijo: Hombre de poca fe Porque dudaste? Y cuando ellos subieron en la barca, se calmo el viento.

(Mateo 14:29-32 RV60)

En cuantas ocasione hemos mirado al cielo y hemos implorado Señor por favor ayúdame. Cuando pasamos situaciones angustiantes y pareciera que todo va mal y nuestra barca esta a la deriva azotada por los recios vientos y el agua pasa por sobre nuestras cabezas, crujen las tabla de nuestra embarcación y ya vemos que nuestro bote se parte en dos nos acordamos del creador y nuestro corazón clama, señor por favor líbrame de este mal.

Según la biblia define la fe así: Es pues la la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

A dios nadie lo puede ver físicamente y la única manera de conocerle es por la fe. Yo se que el existe y sé que es mi ayudador, se que nada me pasara aún en las peores condiciones y peligros, su mano misericordiosa se extenderá para socorrerme. Estimados amigos y hermanos en la fe, esto es Fe, valga la redundancia.

Pedro un hombre tosco y rudo, pescador, acostumbrado a las tempestades y peligros antes de recibir el Espíritu Santo, fallo negando a Jesús por temor, le tuvo miedo a la tormenta y solo atino a salvar su vida física. El Señor conoce nuestras debilidades y jamás nos va a dar más carga de la que podamos soportar.

Pedro dio voces a Jesús pidiéndole que le salvara porque se hundía. Cuando sacamos los ojos de nuestro creador y miramos las cosas vanas del mundo nos comenzamos a internar mar adentro donde el peligro más inminente es una tormenta y las posibilidades de zozobrar son muy grandes. Es por eso que Jesús le dijo a Pedro hombre de poca fe, estabais caminando sobre las aguas pero quitaste la vista de mí y te comenzaste a hundir. Qué gran enseñanza nos entrega el Señor por su palabra. La Fe, es poder de Dios en nosotros. Por la Fe podemos hacer milagros y prodigios, por la fe podemos ver nuestra redención, por la fe podemos tener certeza de que lo que esperamos vendrá. Si dices creo en Dios, pero no le crees a Dios entonces tu fe es vana porque dudas del  poder de Dios y no tienes convicción de lo que no se ve. Sin fe es imposible agradar a Dios.

Por la Fe Abraham dio ejemplo de obediencia a Dios al estar dispuesto a sacrificar a su hijo.

La fe para un seguidor de Cristo lo es todo, porque es capaz de enfrentar cualquier cosa, lo que sea. La fe es la energía de Dios que fluye en sus hijos, es el poder de Dios que puede sanar a los enfermos, regenerar al perdido y dar paz al afligido.

Cuando tu pides con fe, pides con convicción y Dios te escuchará, solo tienes que esperar, tener paciencia y llegará el día en que lo que pediste con fe lo recibiréis de gracia.

Por la Fe David derrotó a Goliat diciéndole tu vienes con escudo y lanza pero yo vengo en el nombre de Jehová, el Dios de los escuadrones de Israel y no se quedo parado tomo una piedra la puso en la onda y corrió en dirección del gigante atinándole un impacto justo en el lugar que el casco no le cubría.

Cuando nuestra Fe flaquee, no  dudemos en volver la mirada hacia nuestro amado Jesús y con vos de suplica clamemos: Señor, Señor me estoy hundiendo, toma mi mano, necesito que me salves, ayúdame a salir súbeme a tu barca

Néstor Beltrán Valladares

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