¿Quién inventó que la letra con sangre entra?
Sin embargo, para Ana Rita Russo, psicóloga de la Universidad del Norte y directora del programa Pisotón, es un gran error aplicar castigo físico a los niños, porque provocan daños importantes en su desarrollo, pero sí hay que poner límites.
Esto, a propósito de la agresión que sufrió una niña de cinco años por parte de su maestra en el colegio Gimnasio Mixto El Romance, en el barrio California, que la tiene impactada y temerosa.
Russo explica que la infancia es el momento de la vida durante el cual se organizan los cimientos y se desarrollan los elementos necesarios para la constitución de la personalidad.
Durante la primera etapa se dan las bases de las relaciones afectivas, en la segunda las herramientas que permiten la socialización y la apropiación de la normatividad, y en la tercera la organización de la identidad, permitiendo generar las herramientas psicológicas para responder a las circunstancias del ambiente, a las relaciones afectivas y a aquello que nos impone el proceso mismo del desarrollo, es por esto que la infancia es el tiempo en el que el ser humano requiere de los mayores cuidados y protección del otro.
Recordó que hace unos cincuenta años la forma como se pensaba la infancia estaba acorde a la forma como se disciplinaba y lo que se entendía por maltratar al niño.
"Nuestro país ha presentado un importante avance en el tema de infancia, el reconocimiento y la apropiación de un discurso sobre derechos de infancia, hoy en día existe una distinción entre lo que es disciplina y maltrato e incluso la legislación sobre el tema se expresa con claridad en leyes de proyección al menos como la de infancia y adolescencia", dijo.
El presente de la infancia en Colombia va dejando en el pasado frases populares como: "la letra con sangre entra" expresión de otros tiempos de nuestro país, en los cuales prevalecía el castigo físico y la imagen de un niño que solo entendía desde el temor a ser maltratado.
Estos cambios en la forma de disciplinar al niño tienen sus complicaciones a solucionar, en algunos casos se pasó del maltrato escondido tras el castigo a padres temerosos de poner límites al niño por temor de generar traumas en ellos. Se ha pasado del castigo físico de las pautas tradicionales de crianza al dejar hacer al niño sin exigir normatividad. Esto último es un tema a señalar porque el yo infantil necesita de límites para adaptarse a la realidad, lo cual se logra mediante consecuencias adecuadas al momento histórico del niño y al hecho mismo para internalizar, señala la experta Ana Rita Russo.
En medio de estos momentos encontramos el maltrato infantil que, enmascarado con una forma de castigo, lleva al niño a hacer renuncias por el miedo, más no por la internacionalización, lo cual conlleva a mecanismo de identificación con la agresión en el niño. Lo que el niño sufrió pasivamente por parte de un adulto maltratante, lo ejercerá activamente con los iguales en la escuela y en el medio familiar.
Hoy en día se observan serias dificultades porque hay ausencia de afecto en la primera etapa (desde el nacimiento hasta los dos años) y métodos punitivos, más permisividad, en la segunda ( de los dos años a los cinco años ).
Es por esto que antes de iniciar el proceso de adaptación del niño a las normas y a su realidad, se hace necesario que los padres y maestros sean afectivos, brinden seguridad y confianza para que el niño pueda ceder frente a sus deseos por amor a sus padres y no por el temor al castigo.
Concertación y convivencia
Edgardo Sánchez, secretario de Educación Distrital (e), señaló que esa dependencia no puede tomar decisiones con respecto a la continuidad o no de la docente que mordió a la niña, porque es una institución privada, sin embargo sí hace unas recomendaciones mientras se desarrolla el proceso investigativo que adelanta la Fiscalía por las denuncias que instauraron los padres de la menor de cinco años.
Indicó que los nuevos planteamientos de la pedagogía invitan a un proceso de concertación y convivencia, los maestros deben adquirir competencia para manejar el conflicto en el aula, manteniendo el control emocional, siendo mediadores, y facilitadores de la resolución pacífica de violencia escolar.
Tomado de: El Heraldo de Barranquilla

Comp. Javier Mejía T. www.exagonobibliotecario.blogspot.com





































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