Neumonía: una enfermedad que no discrimina por edad, sexo ni religión
Una de las enfermedades más frecuentes y mortales del mundo es la neumonía, especialmente cuando hablamos de niños menores de cinco años. La inflamación de los pulmones, que es lo que el paciente sufre cuando nos referimos a esta enfermedad, provoca que uno de los elementos vitales del ser humano, el oxígeno, no llegue al cuerpo humano de forma que las células no pueden tener una alimentación correcta y esto desemboca en la muerte en un alto número de casos.
Existen tres tipos de causas que pueden causar una neumonía. Por un lado tenemos las bacterias como el neumococo. El segundo origen de la inflamación de las bolsas pulmonares son los virus. Por último encontramos los hongos, que si bien se dan en menor medida que las dos anteriores, también es un causante de esta enfermedad. Asimismo se puede dar por causas ajenas a la naturaleza como puede ser la inhalación de ciertos productos químicos.
Toda persona es vulnerable a la neumonía, y aunque la Tercera Edad y los menores de edad son las víctimas más numerosas por su débil sistema inmunológico, no son pocos los adultos sanos que se ven en la planta de urgencia y necesitan tener una fuerte dosis de antibióticos para eliminar la inflamación. Los adultos que consumen asiduamente tabaco son otro colectivo que tienen que tener mucho cuidado ya que su adicción provoca tener unos pulmones menos sanos y más proclives a enfermedades que impiden respirar bien, como es el caso de la propia neumonía. Así que dejar el tabaco tiene un nuevo motivo: poder respirar sanamente.
Para poder saber si una persona sufre de neumonía se le hace una radiografía del tórax, también se le hace un chequeo de la sangre de modo que se pueda saber qué tal funciona el sistema respiratorio. En el caso de que de positivo, serán los médicos los que señalen qué medio es el mejor para reparar los problemas de los pulmones.
La prevención de la neumonía cuenta, entre otras, con una mayor educación en materia de salud, como limpiarse siempre las manos y protegerse mano y boca cuando se trabaja con polvo, o la vacunación contra las bacterias que lo provocan como el neumococo.






































Registro automático