Vacunas, ¿por qué son importantes?
Desde que el hombre es hombre ha sufrido enfermedades, siendo la población infantil la más perjudicada por los ataques de las bacterias y virus que desarrollán enfermedades como la meningitis, el rotavirus o el sarampión. Los choques de civilizaciones y los grandes viajes contribuyeron a que enfermedades que no existían en algunos lugares aparecieran causando graves problemas en las poblaciones nativas. Ejemplo de estos casos podemos señalar la llegada de los españoles a México, con la viruela a bordo en las carabelas, o la fiebre del río Nilo, originaria de África y que ha llegado a Estados Unidos vía avión.
Sin embargo este tipo de enfermedades estaban controladas, en gran parte, en sus países de orígenes como otras infecciones más globalizadas como son las mencionadas anteriormente del rotavirus o de la meningitis. El control se realiza a través de la vacunación y es gracias a este método de prevención como a día de hoy casi nadie le tiene miedo a este tipo de enfermedades. Sin embargo se ha comenzado a expandir la falsa idea de que las vacunas causan la muerte.
Uno de las razones más poderosas para ver cómo las vacunas ayudan a evitar graves enfermedades es a mirando y comparando con otros países. ¿Qué ocurre en los lugares donde hay más pobreza y carecen de seguros sanitarios? Que las infecciones del sarampión no solo son habituales sino que tienen una gran tasa de mortalidad. Pero incluso en España, donde había enfermedades casi erradicadas, desde que hay una alta tasa de personas que no vacunan a sus hijos han tenido como consecuencias el aumento de estos problemas de salud incluso en adultos, donde la tasa de mortalidad sube fuertemente. Así si se suspendieran las vacunas contra el sarampión podrían morir anualmente 2.7 millones de personas en todo el mundo.
Un dato importante es que para que la vacuna sea efectiva tiene que estar prácticamente toda la población vacunada. Así entre un 85 y un 95% de los ciudadanos tanto jóvenes como adultos por lo que este tipo de movimiento antivacunas estarían anteponiendo falsas ideas por encima de la salud pública.
También hay muchos padres que ponen la primera vacuna y se le olvidan poner los refuerzos, esto también es malo por lo que los padres tienen que estar atentos para poner correctamente las vacunas a los menores según el calendario que le den su pediatra.






































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