¿Volantes y Paginas Amarillas o Publicidad en Internet?
Ya había contado que con un bajo presupuesto se puede, no obstante, hacer publicidad por medio de volantes que serán repartidos casa por casa. Pero al tener bajo presupuesto, los volantes son de baja calidad, mediocres, pobres, es decir, la misma imagen que tendrá nuestra empresa para quien los reciba.
Ahora bien, podemos aumentar ese presupuesto y lograr unos volantes de mejor calidad, hasta quizás en colores y con un papel de un gramaje superior.
Como siempre aprendemos de nuestros errores, y sinceramente no quisiera que a alguien le pase lo mismo, acostumbro a contar nuestros resbalones a la hora de iniciar un negocio, y les puedo asegurar que hemos tenido varias caídas, pero por suerte (o mejor dicho, dedicación, mucho trabajo, perseverancia, etc.), hoy tenemos una buena posición en el mercado y nos permite equivocarnos menos y mejorar cada día más.
Por eso quiero contar nuestra experiencia con los volantes. Al poco tiempo de abrir nuestro negocio, comenzamos a contratar una imprenta por un lado, y chicas que repartían los volantes por otro. Los primeros resultados fueron a nuestro entender satisfactorios. Se repartían 1.000 volantes y se lograban 3 o 4 clientes. Luego fuimos mejorando nuestro presupuesto dedicado a la publicidad, y ya contratamos a profesionales en la materia, se ocupaban de imprimir los volantes y repartirlos de acuerdo a la zona que nos parecía más potable para nuestro comercio.
Luego de varios intentos, llegamos a la conclusión que es dinero tirado a la calle. Por volanteada se llegaban a repartir 5.000 volantes, yo solo pretendía que de esa publicidad se lograra un 0,1% de conversión en clientes, es decir, de cada 5.000 volantes impresos y repartidos, sentía que se había cumplido el objetivo con que vengan 5 personas nuevas. Las últimas campañas que hicimos directamente no llamó nadie, ni nadie se acercó al negocio con el volante en la mano.
La pregunta que nos hacíamos era ¿Por qué?. Varias fueron las conclusiones a las que llegamos y otras razones que luego nos enteramos. Por ejemplo, en dos oportunidades, la zona en que se repartió era donde yo vivo. Pues bien, en mi casa no encontré ningún volante, pero lo más llamativo fue que tampoco encontré en la casa de al lado, o algún vecino me comento que recibió un volante de mi negocio, o tampoco vi los volantes tirados en la vereda, conclusión: por mi cuadra no pasaron.
Algo que nos llamó la atención, y que nos ponía plenos de felicidad, era que al otro día de hacer una volanteada, nos llamaban 5, 6, 10 personas, comentándonos que habían recibido un volante nuestro, y nos hacían alguna pregunta sobre lo que decía la propaganda. Nos desvivíamos tratando de atenderlos de la mejor manera y responderles todas las preguntas que nos hacían, pero en definitiva nunca venían al local, conclusión: los mismos que repartían eran los que llamaban.
En definitiva, hoy no es conveniente hacer volantes masivos de propaganda, sí, pueden llegar a servir los volantes hacia un nicho de mercado concreto y un espacio físico concreto, teniendo conocimiento de quienes son los encargados de repartirlos y si se puede, hacer nosotros mismos una verificación de si se han repartido correctamente.
Si de todas formas, opta por hacer volantes, debe ser muy claro en el mensaje que trasmite, no ponga “porque somos los mejores” o “no encontrará otra igual”. No, estoy seguro que no son los mejores, y estoy seguro que, no sé si encontraré otra igual, pero sin duda que mejor es muy probable. Ofrezca algo gratis, o algo tentador, una oferta muy especial, no ponga “somos los mejores”, nosotros ya lo hicimos, y no entró un solo cliente con el volante.
Esta semana me dieron un volante que lo guardé porque era una muestra de no tener idea que poner en el mismo. Se trataba de una casa muy pequeña que vende fiambres, está ubicada al lado de un gran Supermercado, o sea, tiene un competidor grande pegado a su local. Aclaro que lo repartían en la puerta del local. Pero me llamó la atención que debajo del mismo decía “entre a Facebook, hágase nuestro amigo, y conocerá las ofertas que tenemos”. Yo me preguntaba, ¿para qué voy a entrar a Facebook, me voy a hacer amigo, para conocer las ofertas?, mas fácil era, si me interesaba, entrar directamente al local. Esto es una forma de desaprovechar Facebook, ya que ésta es otra herramienta muy poderosa para captar nuevos clientes.
Y por último, con respecto a los volantes, no se olvide que por día, hay un promedio de dos a cuatro volantes de diferentes comercios en la puerta de su casa, y la gente ya está cansada de los mismos, porque aparte, ya ni siquiera los puede tirar a la calle, los tiene que entrar y depositarlos en su tacho de basura.
El otro tema son las Páginas Amarillas, me estoy refiriendo las de papel, las que aparecen en las guías telefónicas. Esta aclaración la hago porque ya se han modernizado y hay Páginas Amarillas por internet.
Este argumento va a ser mucho más corto, ya que me parece que ni se puede discutir. Un anuncio en esta Páginas es costoso, si queremos que se sobresalga de los demás, ya es muy costoso. Las dimensiones están limitadas por el precio, el color también está limitado por el costo del aviso, la interacción con el lector es nula y la información que brinda es escasa. Para hacerlo aun menos aconsejable, para aumentar el número de suscriptores, las letras cada día las hacen más chicas, es decir, cada día es más difícil leer los anuncios.
La pregunta que le hago es ¿Cuántas veces en el último año consultó las Páginas Amarillas para saber de una pizzería, de un restaurant, de una casa de computación o de un teatro? Y ¿Cuántas veces en el último año hizo las mismas consultas a través de Google?. La respuesta me la imagino 1 sobre 30; 3 sobre 50. Porque es así, nos tenemos que convencer que hoy la búsqueda se efectúa por otro lado, por un medio más rápido, con más opciones, con más información, y que no es, ni más ni menos, lo que algunos llaman San Google. Particularmente debe hacer mas de tres años que no uso ni siquiera la Guía Telefónica, se me acumulan guías nuevas cada año, sin haberlas abierto, por eso creo que esto es también algo que va a tender a desaparecer.
Para finalizar, la información está en internet, está en Google, llegar a potenciales clientes no está en la volanteada masiva, esto es como tirar una red al mar con agujeros muy grandes para pescar anchoítas, se nos van a ir todas. Una campaña con Google Adwords, es una campaña orientada al cliente que está buscando lo que vendemos, es mucho menos costosa, tiene un porcentaje de conversión más elevado, pero una vez que el mismo se contacta con nosotros ya depende de cómo lo tratemos y que le brindamos para que efectivamente nos compre.
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