Aplicabilidad de ontologías en bibliotecas digitales
A lo largo de los últimos años, el aumento exponencial del volumen de informaciones y las especificidades inherentes a los contenidos digitales han ocasionado grandes impactos en lo que hay de más concreto y significante en las bibliotecas: los acervos; antes formados solamente por objetos táctiles y ahora constituidos también por documentos almacenados en formato digital. Los contenidos informacionales almacenados en bibliotecas digitales se presentan en diversas formas (fotos, películas, sites, libros, documentos de archivos, piezas de museo) y se han multiplicado cada día tornando la organización aun más necesaria, pues individualmente nadie es capaz de recordar donde cada fragmento de información puede ser encontrado, y cuáles son sus relaciones con otras partes (Gnoli, 2009). Considerando la organización de la información como elemento fundamental para la garantía de calidad en la recuperación, se presenta como desafío contemporáneo la necesidad de singularización contextual en la reconstrucción del conocimiento, buscando proporcionar la recuperación y el uso de las informaciones a partir de la identificación, requisitos de pertinencia y relevancia en contextos específicos. Con el desenvolvimiento de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) nuevas demandas informacionales son impuestas a las bibliotecas, pues lo que podría ser realizado por medio de tarjetas de papel en bibliotecas del siglo XIX, no es suficiente para atender a las actuales necesidades informacionales de los usuarios contemporáneos. (Dabrowski; Synak y Kruk, 2009). En este sentido, es necesario repensar los modelos clásicos de organización del conocimiento sobre diferentes perspectivas, de modo que las ontologías han sido apuntadas como un abordaje computacional capaz de engendrar nuevos tipos de servicios y productos informacionales, favoreciendo mejoras en los procesos de representación, organización y recuperación de informaciones en bibliotecas digitales. En la literatura del área de Ciencia de la Información el término ontología comenzó a ser utilizado a partir del final de la década de 1990, cuando los instrumentos de representación y clasificación pasaron a despertar un mayor interés de investigadores de las comunidades de Ciencia de la Computación y Lingüística (Vickery, 1997; Soergel, 1999). Desde entonces, el desenvolvimiento y utilización de ontología ha figurado como objeto de investigación en las más variadas áreas del conocimiento. No obstante, todavía es posible identificar una divergencia entre la producción literaria y el número de ontologías existentes. (Sánchez Cuadrado et al., 2007). De esta manera, el presente trabajo tiene como objetivo demostrar la aplicabilidad de ontologías en bibliotecas digitales, contextualizando sus componentes de acuerdo con el enfoque del área de Ciencia de la Información, posibilitando un mayor esclarecimiento terminológico, y destacando los desafíos y beneficios de tal abordaje en el ámbito de desenvolvimiento de bibliotecas digitales a partir de la presentación de la ontología OIR, concebida para la representación y intercambio de informaciones referenciales de documentos académicos.
Representación Del Conocimiento Y Ontologías
El área de Ciencia de la Información posee tradición en el desenvolvimiento y uso de instrumentos de representación del conocimiento, conforme puede ser constatado en las prácticas profesionales identificadas en su campo de actuación y en su corpus teórico, caracterizándose como un área de naturaleza mediadora, ya que propicia la interlocución entre los contextos de producción y de uso de la información, en especial en aquello que corresponde a la dimensión de los contenidos informacionales, en la mayoría de las veces denominada como tratamiento temático de la información (Guimarães; Sales, 2010). El tratamiento temático de la información tiene como foco cuestiones referente al análisis, descripción y representación del contenido de los documentos, así como sus interfaces con las teorías y sistemas de almacenamiento y recuperación de la información (Barité, 1997). Históricamente, ese campo de estudios se presenta a partir de tres vertientes teóricas: la catalogación de asunto (subject cataloguing) de matriz norteamericana, la indexación (indexing) de matriz inglesa y el análisis documental (analyse documentaire) de matriz francesa (Guimarães, 2009). Siendo así, considerando el análisis documental como una de las corrientes teóricas del tratamiento temático de la información, se verifica la necesidad de instrumentos que posibiliten representar formalmente los relacionamientos existentes entre los contenidos informacionales. En este contexto, las ontologías figuran como un nuevo abordaje computacional de representación y organización de contenidos informacionales, favoreciendo la aproximación de los modelos clásicos de representación, utilizados tradicionalmente en el ámbito del área de Ciencia de la Información, con las nuevas tecnologías semánticas desarrolladas en el ámbito del ambiente Web. Para García Marco (2007) la investigación sobre ontologías y el movimiento de convergencia con los instrumentos convencionales de representación renuevan la importancia de las herramientas de control conceptual y terminológico, situando el área de Organización del Conocimiento en una posición privilegiada, a partir de la aproximación de un conjunto de ciencias que vienen, históricamente, manteniendo una relación estrecha. El autor destaca también que uno de los principales peligros de tal aproximación es el de confundir diferentes instrumentos de organización conceptual y terminológica, haciendo sinónimos conceptos próximos, pero que son claramente diferentes. En el ámbito del área de Ciencia de la Información una ontología puede ser definida como un sistema de representación del conocimiento que posibilita describir formalmente las propiedades y relacionamientos de un determinado modelo conceptual, favoreciendo la realización de inferencias automáticas en los procesos de organización y recuperación de recursos informacionales (Ramalho, 2010). De acuerdo con los moldes convencionales, la representación de un documento consiste en describir sus puntos de acceso a partir de la catalogación y realizar laindexación de su contenido, identificando los asuntos abordados y traduciéndolos por medio de un lenguaje documentario. A partir de tales procedimientos se torna posible la identificación de forma única de los documentos y la realización de búsquedas por asunto. Pero, ¿Qué tal consultar la experiencia profesional del autor? O ¿Verificar detalles sobre su formación académica?, ¿Cuánto facilitaría recuperar de modo automático la dirección electrónica de todos los eventos sobre determinada temática realizados en los últimos años?, son en estas perspectivas que residen las potencialidades del uso de ontologías. El punto principal es que bien construida una ontología puede representar una visión de mundo, potencializando representaciones semánticas que no podrían ser obtenidas a partir de descripciones textuales. Las representaciones semánticas pueden ofrecer informaciones sobre los objetos en la manera como las personas tienden a pensar. Nosotros usamos asociaciones libres, agrupamiento de objetos por semejanzas y permitiendo muchos tipos de contextos, diferenciando la importancia de los factores de acuerdo con la situación. Una foto aérea va a significar algo diferente para un turista que para un militar (Dabrowski; Synak y Kruk, 2009). En esta perspectiva, el estudio de ontología ha despertado el interés principalmente de investigadores relacionados al área de Organización del Conocimiento (OC), el cual se ha consolidado como importante campo de investigación para el área de Ciencia de la Información, debido a sus diversidades conceptuales teóricas y metodológicas (Fujita, 2008).
Leer más en: http://exagonobibliotecario.blogspot.com

Comp. Javier Mejía T. www.exagonobibliotecario.blogspot.com





































Registro automático