El Refuerzo Negativo en el Adiestramiento Canino
El llamado “Refuerzo Negativo” es un una retirada progresiva de algo aversivo, es decir, desagradable, después de una conducta.
En otras palabras: la susodicha conducta se fortalece tras la eliminación del refuerzo negativo. Esto quiere decir que el reforzador se retira después de la conducta en sí.
Los reforzadores negativos son siempre algo desagradable, pero, por el contrario, no todo lo desagradable es un reforzador negativo. Para que lo sea, la conducta que lo hace desaparecer debe aumentar la frecuencia.
Tenemos una gran variedad de ejemplos de este refuerzo negativo, aunque uno de los más usuales es el llanto de los niños: como se puede ver con el refuerzo positivo, el llanto se refuerza positivamente porque los ayuda a conseguir lo que desean.
Esto es inverso en los padres: el llanto de un niño es desagradable para ellos. Cediendo a las demandas de sus hijos, se elimina el evento aversivo. De esta manera el hecho de ceder a las peticiones del niño aumenta de frecuencia como un refuerzo negativo.
En el Adiestramiento Canino
El refuerzo negativo es muy usado en los métodos más tradicionales de educación canina. También se suelen usar herramientas molestas o incluso dolorosas, para que los perros aprendan: collares de estrangulamiento, de púas, e incluso eléctricos.
A pesar de que un buen entrenador puede lograr grandes resultados con el refuerzo negativo, también hay procedimientos basados en el refuerzo positivo que son igual de efectivos.
El malestar del perro es una de las desventajas de este método, pero hay otras, como por ejemplo:
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El adiestramiento es una lucha entre el perro y su entrenador
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El aprendizaje activo se ve reducido, porque el animal está siendo obligado a realizar las conductas
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La relación entre ambos puede verse malograda, porque el perro asociará a su entrenador con cosas desagradables
Además, al usar refuerzo negativo y castigo positivo resulta fácil, sin querer, maltratar al perro. En realidad, algunos procedimientos basados en el refuerzo negativo son tan bárbaros que deberían ser prohibidos por la protección de los animales.
Claro que hay refuerzos negativos no tan agresivos. Tenemos el ejemplo de enseñarle a un perro cómo sentarse: consiste en ejercer cierta presión sobre los riñones, con el pulgar opuesto a los otros dedos, como puedes ver en la foto.
Con este procedimiento se aprieta la espalda baja del perro, pero no empujando su grupa, lo que crearía más resistencia y dificultaría el aprendizaje.
Al final el animal se sienta para huir de esa molesta sensación. Cuando sucede, dejamos de hacer presión, de manera que la conducta de sentarse es reforzada negativamente.
Te presento el ejemplo únicamente para que entiendas cómo se usa el reforzamiento negativo. No hace falta que lo lleves a cabo, porque puedes encontrar métodos de refuerzo positivo en la sección “obediencia canina”. Además, cabe recordar que si tu perro es pequeño, o tiene problemas lumbares, o si haces demasiada presión, puedes hacerle daño. Y si eso sucede podría morderte.

Si quieres aprender sobre educarción y adiestramiento canino para acabar con los malos comportamientos y la desobediencia visita mi web, http://www.educarperros.com Saludos cordiales: Marcos Mendoza





































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