Prótesis oculares con cámaras de video incorporadas
El área de las protesis oculares ha evolucionado tecnológicamente en los últimos años. Hoy en día existen investigaciones y desarrollos que hacen posible alcanzar resultados hasta ahora inimaginables. Un ejemplo de estos avances es “El Proyecto Eyeborg”.
El objetivo del proyecto EYEBORG es colocar una microcámara dentro de la cascarilla cosmética y emitir las imágenes percibidas a una pantalla portátil que registre todo lo “visto” en el día.
La idea surgió del cineasta canadiense Rob Spence, quien perdió su ojo derecho a sus 9 años de edad en un accidente con armas de fuego. Este proyecto combina la ingeniería biomédica con el arte para poder colocar una cámara de video y sus componentes complementarios dentro de prótesis oculares.
Este proyecto implica un altísimo desafío a la tecnología de miniatura. La mayor limitación es el espacio disponible en las prótesis oculares que debe utilizar Rob Spence. Las dimensiones de esta prótesis es mayor al de una prótesis ocular convencional, esto se debe a que el paciente no tiene colocado un implante ocular, obteniéndose así mayor espacio para colocar una prótesis de más grande. Esta adaptación sería imposible por el momento en una cascarilla cosmetica delgada.
El espacio que sobra como disponible para colocar una cámara dentro de la prótesis ocular es de 8 milímetros cuadrados, por este motivo se utiliza la cámara más pequeña del mundo de 1,5 milímetros cuadrados. El problema es que además del lente de la cámara se necesita colocar una fuente de energía, un procesador de imágenes y un transmisor Wi-Fi.
Uno de los mayores problemas es el peso, dado que afecta la retención en la cavidad ocular, y trae problemas en el estética final.
Por otro lado este desarrollo puede ser el comienzo de futuros avances que posibiliten conectar de alguna manera estas imágenes con el cerebro para ayudar a pacientes no videntes. Para aquellos niños con microftalmia y anoftalmia bilateral, los avances que puedan lograrse en este sentido podrían significar un cambio sustancial en la calidad de vida de estos pacientes. Es un campo en el que todo está por hacerse.
Gabriela Mielgo
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