Mucha suerte
El sábado 31 del mes de marzo de este año (2012) puede ver el programa televisivo “Vidas extremas”, que transmite el canal 9, en señal abierta, a las 10 de la noche. Bueno, en este programa pude apreciar, que han quedado tres finalistas en el concurso de canto. Y para sorpresa mía, comprobé que uno de ellos, es alguien que conozco muy bien en persona.
Jonathan Bautista, es su nombre. Tuve la suerte de conocerlo en sus inicios artísticos. Jonathan, grabó una muestra de un disco sencillo, en mi humilde taller de grabaciones musicales. También realizamos una especie de video clip - muy sencillo por supuesto - y, editado también en mi taller de edición de audio y video.
Puedo dar fe de su excelente calidad como cantante. Y también puedo dar fe de su sencillez y humildad como persona (Ojo, que esto no hace menos a la persona, al contrario, la hace más grande, y si es un artista, con mucha más razón).
Estoy completamente seguro que Jonathan, merece ganar ese certamen. No porque lo conozca en persona y haya hecho algunas cosas en mi taller de grabaciones musicales; sino, porque al apreciar a sus contrincantes, observo que no están a su nivel. Pero como es lógico a Jonathan, le falta un poquito, para alcanzar este reto. Quiero aprovechar en este pequeño artículo, compartir con Jonathan un pequeño “consejo” (porque esto lo leerá, el también), pero más que “consejo” es una humilde sugerencia, de alguien que por gusto no tiene más de 30 años de vida musical:
Jonathan, yo sé que esto que te voy a decir, ya lo debes de saber; pero no está demás que te lo diga: Cuando nosotros cantamos, tenemos que imaginarnos que lo que está diciendo la letra de la canción nos está pasando a nosotros verdaderamente. Cada palabra, cada frase, cada situación de la letra del tema tenemos que visualizarlo en nuestra mente, de tal manera que alucinaremos que eso que dice la canción nos está pasando en realidad. Yo sé también que es bien difícil hacer esto, en medio de las luces, las cámaras, la gente que nos está viendo y todo ese ruido que está a nuestro alrededor que hacen que nos distraigamos y no nos podamos concentrar en el asunto; pero si se quiere, se puede.
Lo que dijo tu madrina, es bien cierto. Cuando uno sube al escenario, tienes que olvidarte del resto. En ese momento solamente importas tú, para ti. Si es posible cierra los ojos y métete en el tema, vive lo que cantas, ¿y sabes una cosa?, ¿Cómo te das cuenta que lo que estás haciendo está bien? Cuando se te escarapela el cuerpo. En ese momento que se te escarapela, quiere decir que lo que estás diciendo en el canto, está llegando a la gente que te escucha, y les estás moviendo el piso. Muchas veces, harás llorar a la gente y si eso pasa mi querido amigo, habrás ganado el certamen y habrás empezado a recorrer este fascinante mundo artístico.
Y por último: tu timbre de voz es excelente, siempre canta con el mismo, no trates de arrastrar la voz o tratar de crearte un estilo. No fuerces el asunto, tu voz es única y no se parece a la de nadie. No trates tampoco, - porque eso si es peligroso – de imitar a alguien. Tú, eres tú. La naturalidad, también es una de las bases del excito. Tu timbre de voz, será tu estilo.
¿Te acuerdas que una vez te dije: ojalá te acuerdes de mi cuando seas famoso?... Pues era mentira. Olvídate de todo lo pasado, olvídate de todo lo que te pueda atar y hacerte quedar en el pasado. Mira siempre para adelante; tú eres grande y lo conseguirás.
Jonathan te deseo toda la suerte del mundo, y palante mi hermano.
Andrés Arbulú Martínez
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