Tener un hijo, plantar un arbol, escribir un libro
No se si la frase del cubano José Martí tenia este orden o primero había que plantar el árbol y después tener un hijo, o escribir el libro venia antes de plantar el árbol.
Pero si que ahora en mi madurez entiendo lo que significaba esa frase. Creo que se trata en que en esta vida debemos dejar alguna muestra de nosotros, haber hecho algo que se quede en la memoria de otros, algo que sea positivo y que no pase desapercibido.
Todos sabemos que contribuimos con nuestros hechos en la vida de las personas que nos rodean, dejamos una pequeña huella imborrable en el pasado, de amigos y familiares. Incluso influimos en el futuro de los otros.
Todos deberíamos tener la obligación de formar con nuestras experiencias a los que no han pasado por las mismas vivencias que nosotros.
Tener un hijo es sumamente importante, hacemos que nosotros sigamos en la sangre de los que luego seguirán estando cuando nosotros no estemos, su ADN contiene el nuestro, así jamás podemos decir que vamos a desaparecer por completo.
Plantar un árbol es algo enriquecedor, no solo porque nos acercamos con ello a la naturaleza, porque volvemos a estar cerca de la tierra donde algún día volveremos, porque el ver como ese árbol plantado por nosotros mismos crece gracias al agua, al abono y al sol que se merece.
Es un acto para devolver al mundo una pequeña parte de todo lo que nos ha aportado a nuestras vidas, intentar devolver algo que hemos usado y que debemos de devolver como con los libros de una biblioteca, porque la naturaleza está ahí llenando nuestras vidas y entregándonos todo lo que queramos coger de ella, por lo que siempre tendremos que estarle agradecido e intentar hacer algo por ella. Y ese algo debe ser conseguir que siempre esté ahí para los que vienen detrás.
Escribir un libro es tan importante como lo anterior, hasta que no ponemos por escrito algo, este algo no será verdadero.
La escritura es la forma que tiene el hombre de dejar un legado para la eternidad, puede que nos parezca que lo que escribimos no tiene importancia, que solo nosotros entendemos porque lo escribimos, pero si ese algo escrito llega a alguien que le toque el corazón o simplemente le reafirme en sus convicciones, el escrito merecerá la pena.
Creo que Martí tenia razón las tres cosas debemos conseguirlas.
Arboles frutales

Marisa Pérez Jiménez.http://www.alfombrasinfantiles.net





































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