La chimenea: formas rusticas
Todo, en este mundo, tiene sus clichés, a veces férreos. Ningún morador de una casa de campo se sentiría completo sin un perro al lado y una chimenea enfrente.
Hasta las imágenes estereotipadas tienen sus razones. Es cierto qua nada parece poder dar la sensación de campo, de relax, de alegría y de autenticidad, como una chimenea encendida y chisporroteando. Es, por tanto, justo que cada casa de campo tenga una o, por lo menos, quiera tenerla.
Se trata de una realización de características propias. Debe ser grande, incluso “habitable”, si es posible, cobijando bancos y muretes donde se desarrollan perezosas conversaciones al calor del cepote que se consume.
Debe ser variada, lo más variada y libre de forma que sea posible, digna expresión de un modo de vida menos sórdido, restrictivo y formal que el urbano.
En cuanto a los materiales, se deja completa libertad: piedra, mampostería, madera, mármol. Si se hace de piedra, pueden usarse losas; si es de mampostería, conviene a veces dejarlo sin enfoscar; también, a veces, queda bien pintada de colores vivos, según una variante utilizada hace tiempo en nuestras casas de campo y que recuerda los ejemplos nórdicos.
La situación, en cambio, depende principalmente del espacio disponible: si disponemos de poco, la mejor puede ser en un rincón, donde ocupa menos superficie que en el frente. Si, en cambio, se dispone de mucho espacio, podrá ser buena idea colocar la chimenea en el centro, como eje o como elemento de división de todo el espacio. Tanto en un caso como en otro, no hay que olvidar jamás que una chimenea mal situada o de dimensiones incorrectas no tira, y sirve, más que nada, para ahumar la casa.
Por lo tanto, si no dispone de una empresa con buenos técnicos, o de un arquitecto que conozca su trabajo, y hace Vd. la chimenea por sus propios medios, escoja como núcleo funcional, a revestir después a su gusto, elementos prefabricados, cuyo funcionamiento está garantizado. Sin duda le resultará mejor.
Un ejemplo de lo antes dicho es realizar una chimenea con gran sencillez de medios. Una chimenea prefabricada, simplemente adosada a la pared y apoyada sobre una base de unos 40 cm. de altura. Todo el conjunto debe ser cuidadosamente enlucido y pintado después de blanco, como el resto de las paredes circundantes. Es una idea a tener presente, ya que une a unos excelentes resultados estéticos una considerable rapidez de ejecución y, como consecuencia directa, un costo bastante bajo.

Marisa Pérez Jiménez.http://www.alfombrasinfantiles.net





































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