Papeles y tejidos para las paredes
La última mano para las paredes de las habitaciones puede darse de diversos modos. Pero, de ellos, el revestimiento con papel o tejido, el empapelado, es ciertamente uno de los más usados. Y, también, uno de los más válidos estéticamente en muchas ocasiones.
Los empapelados lavables (mejores aún si son plastificados por cuanto permiten una fácil limpieza) son ideales para el baño, la cocina y otros ambientes de servicio, donde, dado el caso, pueden sustituir ventajosamente a los azulejos de cerámica.
Y también porque, con la mayor parte de los empapelados, pueden ser fácilmente coordinados con las cortinas. Más comúnmente, sin embargo, son combinados con los azulejos, para cubrir la parte alta de los ambientes, y a veces, si se desea efectos particulares, incluso para los cielos rasos.
En estos casos habrá que elegir dibujos vivos, que se acoplen con azulejos de color liso (o viceversa).
En cualquier caso, siempre convendrá optar por colores definidos, como para destacar el detalle.
En cambio, para ambientes refinados o sofisticados son indicados los empapelados de seda (con soporte de papel). Son particularmente muy hermosos, y de agradable empleo en diferentes casos, los floreados, con ramos de rosas, de glicinas y similares.
Muy usados, y a emplear sobre todo en dormitorios u otros ambientes de descanso, son los de colores fuertes, de un solo tono. Sin embargo, tienen un pequeño defecto: se apagan inevitablemente con el tiempo.
Naturalmente, cualquier tipo de empapelado se puede, y en general se debe, para valorizarlo, coordinar con los tejidos de las cortinas, de las mantas, de los divanes y de los cojines.
Este sistema permite crear ambientes muy refinados, jugados por entero a una única gama de colores, de vista placentera, muy relajante así como acogedora.
Empapelados con flores, o con pequeños dibujos, serán sumamente indicados para revestir el interior de viejos muebles del tipo de aparadores y armarios.
Un tejido que coordine con el mismo, empleado para la manta en el caso de un dormitorio, para divanes y cojines en el caso de una sala de estar, será luego el complemento natural de tal empapelado. Para dar un toque final a este tipo de operación, se podrá cubrir con empapelado de tono liso, que retome los colores de los dibujos, las paredes del ambiente.
Como decíamos, el mejor modo de valorizar un empapelado, del tipo que fuere, lavable, de seda, de lienzo, de papel, de tejido sintético, consiste en coordinarlo con el resto de la decoración, en especial con los tejidos que aparezcan en esta última: cortinas, mantas, cojines, revestimientos.

Marisa Pérez Jiménez.http://www.alfombrasinfantiles.net





































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