Asaltos en el Barrio Apacible de San Andres
Caminando por las apacibles calles de San Andres, donde los sábados por la noche se convierten en geografías solitarias; la brisa nocturna te envuelve en un manto nostálgico que te traslada a los años 70, donde San Andres era una urbanización de clase media que solia ser habitada por universitarios( entre ellos Mi Padre), pero volviendo a nuestra actual y cruda realidad quiero hoy contar un acto inverosímil macabro que en mi opinión no debe quedar en el olvido.
Como había relatado iba por San Andrés, conversaba con mis juveniles amigos y me dirigía a mi casa en Marcelo Corne, todo era risa, recuerdos, chistes, cruzábamos pistas amenamente hasta que sucedió lo amargo. Unos jóvenes de dudosa reputación nos seguían, iban apresurados y en descuido nos atacaron. ¡alto ahí! Dame todo lo que tengas o te corto la cara- me increpo, para ese entonces llevaba mi teléfono móvil y un reloj, opuse resistencia ya que era mas alto que el y estaba pensando el reducirlo, mientras eso me sucedía, mis amigos estaban anonadados, les dieron a estos inescrupulosos sus pertenencias, entre ellos mi amigo Anthony que contaba solo con medio sol para irse a su casa y encima no le quiso dar, hizo mal ya que despertó la ira del delincuente quien de manera vehemente se abalanzo contra el; al ver esto no pude mas, mi adrenalina juvenil afloro y quise ayudarlo pero el tipo me redujo, forcejeamos y en un descuido pedí auxilio, avisando así a los vigilantes que circundaban la zona.
La oportuna intervención permitió que no pasara a mayores, los facinerosos huyeron despavoridos arrojando en el camino algunos de nuestros enseres, luego que sucedió todo eso lleve a Anthony a mi casa y le di un vaso con agua para que se calme. Lo que cabe resaltar no es la perdida de algunos enseres sino la inseguridad que aqueja a San Andres, uno ya no puede caminar tranquilo, en nuestro inconsciente esta la duda que si salimos de noche nos roban o hasta nos matan.
¿Se puede cambiar? ¿Cómo? Muy fácil dando charlas de concientización a la población en general donde se instruya que hacer en un asalto, también se debe pedir mas alumbrado publico a la Municipalidad ya que en muchos parques y calles en las noches todo es oscuro, propicio para un asalto, finalmente se debe instalar serenazgo que vigile permanentemente la zona y apoyar en conjunto a las zonas vecinales. Todo esto se podrá y hasta mas si todos nos unimos, dejamos las discrepancias en el olvido y devolvemos a Trujillo lo que era en los años 70, la hermosa y tranquila ciudad de la primavera donde como solia contarme mi padre, el Dr. Miguel Palacios Celi, se podía caminar de noche, madrugadas sin los riesgos que hoy nos acechan.
Miguelito:)
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