Autoestima y actitud
Creo que con tantos y tantos ejemplos que existen en el mundo no es ya momento para dudar si la actitud al encarar cualquier clase de problema es determinante en el resultado.
Puedes tener una actitud de derrota desde el principio lo que seguramente mermara tu visión para a detectar áreas de oportunidad o puedes pensar que puedes lograr lo que te propones y pensar precisamente ene explotar esas áreas.
Lo que te comento aquí es que siempre vas a tener la oportunidad de concentrarte en lo que tienes a la mano para lograr lo que quieres o en concentrarte en lo que te falta.
Como sabes me dedico desde hace siete años a ayudar a las personas a mejorar de manera substancial su autoestima. Esto es así por que considero que todos los problemas de personalidad –excepto aquellos de origen fisiológico y psiquiátrico- se deben a una baja autoestima. Incluso estoy convencido que los problemas de otra índole, como los financieros, se deben también a una mala comunicación o a una pobre percepción de n nosotros mismos y de lo que podemos lograr.
Siempre me he encontrado con que el principal obstáculo si quieres mejorar tu autoestima es la actitud que tienes al momento de empezar. Esto es así por que tus problemas de autoestima traen como consecuencia problemas de confianza y los problemas de confianza no son otra cosa que la creencia de que no eres capaz de lograr algo.
Oyes esa voz interna que te repite una y otra vez que no vas a poder mejorar, que tu autoestima es algo con lo que naciste, que los cursos o la autoayuda son para tontos, que tú eres diferente a los demás, que no hay método que funcione, y una larga fila de etcéteras.
Si tú has reconocido que tienes un problema con tu autoestima, si eres de aquellos afortunados que volviendo el pensamiento hacia ellos mismos han tenido la valentía de reconocer que se tiene un problema, lo primero será creer. Debes creer que puedes mejorar tu autoestima si tú te lo propones. En un principio es sin duda un acto de fé, pero en realidad no la necesitas. La fé es creer en algo sin evidencia alguna y en este caso existe un montón de evidencia que demuestra que casi cualquier aspecto de nuestra personalidad es mejorable (o empeorable)
Una vez que ya estés convencido de que se puede mejorar, de que puedes desarrollar tu pleno potencial si así lo deseas, lo siguiente será comprender que no existen píldoras para el cambio.
Este es quizás el principio más entendido pero el menos aplicado. Comprende que todo tiene un precio. Si alguien en la calle te ofrece algo a cambio de nada desconfía. Si te venden la fórmula para adelgazar y perder 5 kilos en una semana sin dieta y ejercicio, no la compres. Si te ofrecen soluciones para tu vida sin pedirte trabajo, no las aceptes. Seguro que todo es un timo.
Lo mejor es que tú tengas el control. Cuando hayas comprendido que debes tener actitud de cambio y cuando estés convencido que se puede cambiar, entonces es hora de trabajar para el logro de tus metas. A veces el trabajo provoca pereza, no lo voy a negar, pero la sensación de logro cuando esta es vencida no tiene precio y te impulsará a conseguir más. Desarrollarás una adicción a esta sensación de triunfo y bienestar; a la sensación de tomar las riendas de tu vida.
Esta fórmula sencilla en este humilde artículo es el principio de todo cambio. Entender que se puede, tener actitud para cambiar y trabajar en este cambio. Sin embargo hay otro concepto que trataré en otro artículo que precede a todos y es el más importante: El deseo.
Nada funciona si tú no quieres. Por hoy me despido esperando que estas sencillas palabras sean el inicio de un cambio positivo en tu vida.

Pablo Armas gestiona el sitio www.autoestimaen15dias.com. Desde 1998 ha ayudado más de 1200 personas a conseguir vidas mas plenas a través del desarrollo de la autoestima.





































Registro automático