El capital humano, el más valioso de una empresa.
En una empresa muchos son los factores implicados en la consecución del éxito: la existencia de una buena comunicación entre personal y directiva, el buen funcionamiento de cada departamento, una buena política comercial… Pero hay un factor que sobre sale por su importancia, por su delicada gestión y porque a la postre resulta ser el verdadero motor del negocio. Este factor no es otro que los propios trabajadores. Está demostrado que una empresa que cuente con una plantilla motivada y afín a sus objetivos tiene muchas más posibilidades de triunfar. Tanto es así que en empresas medianas y grandes es común que exista un departamento de personal o de recursos humanos.
El recurso humano es el capital más valioso con el que cuenta una empresa. Por ello debe ser cuidado con la importancia que se merece. En este sentido, el concepto de gestión de personal trasciende en mayor profundidad que el simple trabajo de gestión de contratos, cálculo de nóminas y tramitación de bajas. Se trata de conseguir que el trabajador se sienta parte de un todo, valorado por la firma y parte de un equipo en el que cada engranaje es importante para el conjunto. Podemos acudir al ejemplo del piñón y la bicicleta: aún siendo el piñón la pieza más pequeña de la bicicleta, si un piñón de una bici se mella, dicha bicicleta deja funcionar. Lo mismo ocurre en un negocio: si una persona que no se encuentre bien en su puesto de trabajo puede hacer que el conjunto del equipo falle. Y esto redunda en un malestar del propio trabajador y un perjuicio para el negocio. Por ello, es deber de la directiva cuidar todos los aspectos que sean necesarios para conseguir una plantilla motivada.
De nada sirve inundar el horario de la plantilla con charlas motivacionales si después la política de la empresa aísla a los trabajadores restándoles valor laboral y humano. Existen muchos aspectos a cuidar en la relación de una empresa con la plantilla y la coherencia es el valor fundamental en todos ellos. Por ello es necesario desarrollar una política laboral que se preocupe de las necesidades reales de los trabajadores, sin olvidar que son personas y necesitan de la realización personal como elemento de la motivación. En este sentido y al contrario de los que tendemos a pensar, el dinero no es el principal factor motivacional. Bien es cierto que un incremento de salario funciona como un catalizador en el trabajo, pero sus efectos no duran mucho. De hecho, el 68% de los trabajadores prefieren permanecer en un puesto de trabajo en el que se sienten valorados antes que abandonarlo por un aumento salarial. Es mucho más positivo pensar en la realización laboral y personal desde otros puntos de vista: la oferta de un plan de carrera atractivo, condiciones laborales flexibles y compatibles con la familia, posibilidades de completar formación. Este último es uno de los aspectos más valorados por los trabajadores. De hecho existen diversas empresas que prestan servicios de formación a medida, de gran calidad y que pueden ayudar en gran medida a mejorar las relaciones laborales de la plantilla.
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