Restaurando Familias para Cristo ¿Por qué el Afán destruye la familia?
En nuestra sociedad ya nadie tiene tiempo para nadie. La gente sigue viviendo con mucho afán y con el pie sobre el acelerador, siempre de carrera, cada vez más convencidos de que todo depende de nosotros. ¿y cuál es el resultado? Sentirse perennemente asediados por innumerables compromisos.
Las que salen perdiendo lamentablemente, son las relaciones interpersonales, en si la unidad familiar, es necesario ir restaurando familias para Cristo, ¿por qué? Porque si seguimos viviendo una vida acelerada nuestras relaciones familiares se irán convirtiendo cada vez más frías, insignificantes y carentes de un interés sincero por el otro. Y no solamente esto: uno se cierra de ese modo la posibilidad de disfrutar de la misma vida como don de Dios.
Del libro de Eclesiastés
¡vanidad de vanidades, dijo el predicador, todo es vanidad, ¿qué le queda al hombre de toda su fatiga y esfuerzo con que se fatigó bajo el sol? Pues todos sus días son dolorosos y su oficio penoso; y ni aun de noche descansa su mente. También esto es vanidad.
No hay mayor felicidad para el hombre que comer y beber, y disfrutar en medio de sus fatigas. Yo veo que también esto es don de Dios, pues, ¿quién come y quien bebe si Él no lo permite?
Porque Él da sabiduría, ciencia y alegría a quien le agrada; más al pecador le da como tarea amontonar... (Eclesiastés 1, 2; 2, 22-26).
Restaurando Familias para Cristo - ReflexiónMis amados hermanos como bien mencionamos en la introducción de este artículo, vivimos en la era del inmediatismo, en donde el afán por cumplir con nuestras ocupaciones y compromisos nos absorbe.
Si nos dejamos llevar por estas situaciones pues sin lugar a dudas vamos a descuidar lo más valioso que después de Dios tenemos, “nuestra familia”, muchos padres se la pasan trabajando y trabajando de una manera por demás desordenada, que no tienen tiempo para sus hijos, ni para su cónyuge.
Los invito a reflexionar sobre el orden de prioridad para ser bendecidos, primero Dios, luego la familia, y por último está el trabajo y los compromisos. Ir restaurando familias para Cristo es una urgencia en todos los hogares, como bien nos dice la palabra de Dios aún nuestros compromisos por válidos que sean es una vanidad.
No dejemos que el afán de los compromisos, vayan poco a poco destruyendo la unidad de nuestras familias, restauremos familias para Cristo con amor, dedicándoles tiempo de calidad.
Si deseas edificar Familias para Cristo, te invito a acceder a la conferencia virtual "Los 5 mensajes que nuestros hijos quieren escuchar", por una familia llena de Dios.
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