La manzana es una fruta pomácea que posee un alto grado de propiedades nutritivas derivadas de su alto contenido en minerales y vitaminas. El peso aproximado de una manzana puede rondar entre los 100 y 300 gramos y en ella nos podemos encontrar con minerales de muchos tipos como el fósforo o el potasio, además del hierro y el magnesio.
Para aquellos que no lo sabías, se denomina fruta pomáceo a aquellos frutos que poseen una cubierta gruesa (piel) y en cuyo interior nos podemos encontrar con 5 semillas esclerificadas. Es uno de los frutos más comunes en todo el mundo y existen más de 100 veriedades de manzanas en todo el mundo, pues una de las características del arbol es que crece y aguanta muy bien todo tipo de temperaturas.
En total, una manzana está compuesta por cerca de 52 kalorías de energía y 0 gramos de colesterol, todo ello, en estado de maduración óptimo. A su vez, posee gran cantidad de vitaminas entre las que cabe destacar las vitaminas A, D, C y B6. Y también, aminoácidos y antioxidantes como los polifenoles y la quercetina, necesaria para que nuestro cuerpo pueda combatir alergias de forma eficaz.
Entre los beneficios para la salud de las manzanas destacan la mejora del riego sanguíneo, lo que ayuda a la prevención de varios tipos de enfermedades además de reducir el riesgo de inflamaciones del aparato digestivo e infartos. A su vez, las manzanas ayudan a reducir la fiebre y los catarros y resultan diuréticas y depurativas, generando una importante reducción en la retención de líquidos.
Si detrimento por el resto de frutas, la manzana es una alimento completísimo que, sin duda, debería de formar parte de todo tipo de dieta equilibrada. No te la puedes perder.
