Retratos a lápiz, el encanto de lo más sencillo

Muchos somos los que nos hemos cuestionado en ocasiones el misterio del arte de pintar y que puede decirse que es como una fuerza sobrenatural que nace del interior del ser humano sin depender de la clase económica, social o cultura de éste. Se han dado casos de estudiantes de familias muy solventes que quisieron estudiar bellas artes, tenían todos los recursos económicos a su alcance, estudiaron durante años pero nunca llegaron a ser artistas. Lo máximo que pudieron conseguir es copiar imágenes pero esto solo es una técnica que se aprende practicando y practicando durante años. Esto puede hacerlo cualquier persona pero llegar a ser un artista, sin duda alguna, es un misterio al alcance de muy pocos.

Los retratos a lápiz es también una forma de plasmar el arte, esta técnica que puede parecer muy sencilla en realidad es una de las más complejas porque se juega con la sensibilidad que tiene el artista más que con la técnica que usa. El artista que decide realizar retratos a lápiz siente la necesidad de crear, de expresar sus sentimientos a través de la punta de un lápiz, es un sentimiento que nace del interior más profundo del ser humano.

El artista que cuanta con esta sensibilidad y además conoce las técnicas y el arte de pintar, puede crear obras de arte impresionantes que salen al exterior con toda la fuerza que le transmite su deseo interno de crear. He leído a algunos críticos que ponen de manifiesto que el pintor de retratos a lápiz no necesariamente tiene que conocer las técnicas de pintura pero nada más lejos de la realidad. Si el artista tiene el don de expresar su creatividad a través de retratos a lápiz y no conoce las técnicas para hacerlo es una frustración constante en su vida.

Te invitamos a dejar volar tu imaginación y mirar con detenimiento cada una de las obras que tenemos creadas con retratos a lápiz. Te darás cuenta de que un artista que no cuente con la técnica precisa y adecuada, sin la cultura del arte, nunca podría crear obras de arte como estas. Para hacerlo se necesita mucha sensibilidad y muchos años de estudiar la técnica del retrato a lápiz.