Alimentación Bio-Compatible cambiando vidas

Existen dos tipos de bio-Compatibilidad de los alimentos:

• Baja bio­-Compatibilidad: son los alimentos que no tienen la capacidad  de asimilarse y que nos pueden enfermar.
• Alta bio-Compatibilidad: son los alimentos que  tienen la capacidad  de asimilarse perfectamente y que mantienen y mejoran el estado de salud según sea necesario.

Depende de nuestro diseño biológico, puesto que los animales mas parecidos a 

nosotros en anatomía son los simios que son del grupo de los homínidos.

Los paradigmas fundamentales de la alimentación y la nueva propuesta de alimentación Bio-compatible basada en investigación científica reciente que modifican sustancialmente los paradigmas habituales en alimentación, en los cuales se especifica dentro de la proteína recomendada no está la carne roja y mucho menos los lácteos, ya que estos alimentos aumentan el riesgo de padecer algún tipo de cáncer y con ello el riesgo de morir.

Nos hemos dado cuenta de que existen múltiples errores del modelo dietético clásico propuesto por la secretaria de salud y el gobierno mexicano el cual no está mejorando la salud de sus usuarios.

Las investigaciones publicadas en los últimos años han echado por tierra muchos de los paradigmas básicos en Dieto terapia y Alimentación que aprendimos en el pasado, de tal modo que en los sitios de punta en investigación están surgiendo nuevas propuestas como lo son el nuevo modelo creado en el instituto de Harvard en el que se proponen porcentajes diferentes a los del modelo anterior:

• Verduras y frutas 50%
• Cereales integrales 25%
• Proteínas saludables 25%

QUE DEBEMOS COMER???

Lo mismo que comen los animales más parecidos a nosotros los simos, estos son frugívoros de alta adaptabilidad por lo tanto debemos comer este tipo de alimentos de alta biocompatibilidad:

• Frutas
• Verduras
• Brotes
• Algas
• Raíces
• Sem illas oleaginosas
• Agua.

QUE EL ALIMENTO SEA TU MEDICAMENTO!!!!!

Estas nuevas propuestas, en la práctica, son capaces de lograr  resultados que parecían imposibles con el viejo enfoque, tales como evitar los efectos secundarios de la quimioterapia o de la radioterapia con técnicas alimentarias; revertir o mejorar más que con los fármacos enfermedades consideradas incurables hasta hace poco como las cardiovasculares y la diabetes, entre otras.