Cómo ahorrar en un viaje
Con la inminente llegada de las vacaciones de verano, si no tienes ya tu viaje diseñado y comprado, resulta útil conocer algunos trucos con los que evitar que el precio se dispare y saber cómo se puede ahorrar. Las aplicaciones para los dispositivos móviles pueden ser unas buenas herramientas a la hora de planificar y escoger el billete, el alojamiento o el paquete turístico con todo incluido más económico.
Lo fundamental es, si es posible, viajar en las temporadas bajas, en las que los billetes de los distintos tipos de transporte son más económicos. En todo caso, una buena manera de ahorrar desde el comienzo del viaje es ir comparando precios para dar con el más barato o, incluso, conseguir ofertas de última hora.
Si no tienes un destino fijado, resulta más sencillo encontrar un vuelo barato, pues en este caso prima el precio frente al lugar en el que aterrizar. En todo caso, todos los viajes con escalas, paradas y cambios de medios de locomoción resultan también menos costosos por ser más incómodos y menos rápidos, pero si no tienes problema alguno con estos inconvenientes, es un punto clave para rebajar la factura final.
Asimismo, el uso de compañías distintas para los viajes de ida y de vuelta, ir a un aeropuerto y volver desde otro o, incluso, emplear uno que no sea el más idóneo o más habitual, y reservar con tiempo el aparcamiento para dejar el coche en el aeropuerto son otros consejos que permiten que el precio de las vacaciones no se dispare. A esta lista se puede sumar también llevar tu propia comida para tomar durante el vuelo y evitar un exceso de peso en la maleta por el que haya que pagar.
En cuanto al alojamiento, una forma muy económica es el intercambio de casas o el alquiler de una habitación a un particular, así como la apuesta por albergues y hoteles baratos en el caso de viajar a ciudades muy caras. Una vez que hemos llegado al destino elegido, una buena opción para no despilfarrar en la comida es apostar por los lugares a los que acuden los autóctonos, puesto que ellos saben dónde comer rico y a buen precio.
Si te has decantado por un destino que tiene una divisa diferente a la de tu país, lo más aconsejable es llevar dinero en efectivo o cambiar de moneda antes de llegar al aeropuerto, pues las comisiones allí son más caras, y así no hará falta sacar dinero y pagar las correspondientes comisiones en el lugar al que se ha viajado o, incluso, tener que pagar con la tarjeta de débito o de crédito, con las consecuencias económicas que eso conlleva.
Otra opción para que el viaje salga prácticamente gratis o, incluso, ganes dinero es realizar algún trabajo en el destino, como cuidar niños o enseñar español, además de resultar económico viajar como voluntario. También supone un ahorro buscar los días de la semana en los que los museos, por su menor afluencia, suelen ser gratis, así como contratar un seguro de viaje que cubra cualquier imprevisto que surja en los desplazamientos que se hagan.






































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