El precio de las aguas residuales no tratadas

Las aguas residuales de nuestros hogares están compuestas por agua negra y agua gris. Esta última viene directamente de la dicha o del grifo de nuestra cocina y contiene materiales orgánicos o restos de jabón entre otros y no está tan contaminada como el agua negra, procedente directamente del inodoro y  que normalmente pasa por un proceso de tratamiento de aguas, pero… ¿qué ocurre cuando no se realiza este proceso?

Cuando las aguas residuales no son tratadas, desgraciadamente se vierten al mar haciéndola llegar mediante diferentes conductos y  se suele hacer cuando la marea está subiendo, lo que provoca que el agua de las playas se mezclen con las residuales, convirtiéndolas en un potencial foco de infección donde se pueden contraer diferentes riesgos como puede ser la E.coli debido a las aguas no tratadas.

Pero no solo nos afecta a nosotros como posibles bañistas o consumidores del pescado que se pesca en aguas que sufren este problema sino que también lo sufrirá la vida acuática. Las toxinas presentes en el agua se pueden acumular fácilmente en los animales marinos, haciendo que una infección pueda extenderse rápidamente debido a que el pez grande se come al pequeño y así sucesivamente.

Para evitar estos casos es vital eliminar toda clase de residuos que puedan presuponer un grave riesgo no solo para el ser humano sino para el medioambiente. Algunos de los elementos de las aguas residuales pueden usarse, por lo que puede ser considerado como un desperdicio deshacerse de estas aguas como son las aguas grises por ejemplo, las cuales con un pequeño proceso de tratamiento pueden volver a ser reutilizadas como suministro de agua para el riego, estaciones de lavado de coches, etc.

Lo que es más complejo son las aguas negras, las cuales deben tratarse siempre, pero esto no es algo que suceda en todas las ocasiones, con el consiguiente riesgo para nuestra salud y de muchos otros seres vivos, por ello es tan importante su tratamiento.