Transportes Ramos cuida al cliente

Estoy asustada, muy asustada. No, no es que me hayan diagnosticado ninguna enfermedad terminal, gracias a Dios; aunque, ahora mismo, no me importaría ni siquiera tener una si a cambio desaparece el disgusto que me acabo de llevar. Tampoco le han diagnosticado nada grave a ningún miembro de mi familia, aclaro, y espero que siga siendo así. Lo que me ha ocurrido es algo un poco menos serio y más materialista: he perdido una de mis colecciones de cómic. Ojo, que solo los amantes del cómic pueden entender lo que voy a decir, pero quería esos cómics más que a mi vida. La historia, los personajes, el momento en el que me los leí por primera vez... Representan una etapa importante de mi vida.

Bueno, en todas las malas noticias siempre hay una buena, ¿verdad? Así que ahí va la buena: los he perdido pero los he encontrado, es decir, puedo ir a recuperarlos. Y va siendo hora de que les explique qué fue lo que ocurrió. Pues nada más y nada menos que una mudanza a Canarias. Sí, señor, como lo oyen: yo, madrileño de pura cepa, tuve que mudarme a Las Palmas por cuestiones de trabajo. Es lo que tiene ser licenciado en Turismo y experto en inglés y alemán, que te suelen llamar para trabajar en los núcleos turísticos más fuertes de España. En fin, la mudanza fue pesada, como no podía ser de otro modo cuando te mudas directamente a otra ciudad y, encima, cruzas el océano ya de paso; pero, en general, salió bien. Bueno, salió bien hasta que descubrí la pérdida.

Pero los trabajadores de Transportes Ramos son muy profesionales: telefoneé a la empresa y enseguida me comunicaron que la caja con mis cómics se encontraba en objetos perdidos y que podía pasar a recogerla cuando quisiera. Otra empresa habría extraviado la caja o algún trabajador corrupto se habría quedado con el contenido aunque no le llamase la atención, así que, las cosas como son, se han portado. Es más, les voy a hacer un poco de merecida publicidad: visiten la web de Transportes Ramos para más información.