Claves para elegir un purificador de aire

Si estamos pensando en adquirir un purificador de aire, en lugar de perdernos en las habituales comparaciones entre modelos y, en suma, fijarnos hasta en los más pequeños detalles de la ficha técnica, conviene tener en cuenta las claves para que elegir el modelo idóneo para nosotros sea sencillo.

Ello no significa que no debamos fijarnos en todo tipo de aspectos y especificaciones del aparato. Todo lo contrario, siempre es importante tener en cuenta el mayor número posible de detalles, pero de poco servirá hacerlo si no tenemos claras las prioridades. En este sentido, una de las claves a tener en cuenta para elegir un purificador de aire consiste en fijarnos en su potencia para optar por aquella que se ajuste a nuestras necesidades.

Si nos quedamos cortos o nos excedemos estaremos equivocándonos, pues de poco va a servirnos un aparato que no cubre la superficie que necesitamos o que nos sale más caro de lo necesario simplemente por hacer una mala elección. Además de la potencia, es importante fijarse en las posibilidades de realizar programaciones o actuaciones automatizadas en función de las circunstancias.

Ello presupone no sólamente poder elegir distintas velocidades o tratamientos de choque sino contar con sensores que activen el purificador cuando identifiquen la presencia de contaminantes de distinto tipo, como olores, polvo u otro tipo de polución.

Por otra parte, los purificadores han de contar con tecnologías diferentes que se complementen. La combinación inteligente de varias de ellas será el secreto de su éxito. No renunciemos a tecnologías punteras en desinfección ambiental como los iones, el ozono, los rayos ultravioleta y, por supuesto, tampoco a los filtros Hepa, filtro de titanio, filtros de carbón activo, prefiltros y filtros de fibras.

Únicamente siendo exigentes en este sentido conseguiremos sacarle todo el partido para que los resultados sean los mejores. Además de la importancia de que el equipo tenga un diseño compacto y atractivo, la eficiencia es un punto clave que nunca debemos pasar por alto, entendiendo como tal la suma de eficacia, consumo energético y mantenimiento mínimos, así como la durabilidad de aparato.