La Cultura del Vino de Jerez de la Frontera

Jerez de la Frontera es un municipio localizado en la provincia más sureña de todo el país: Cádiz. Recogida bajo el manto de Andalucía, Jerez es una ciudad importante y reconocida a nivel mundial gracias a cosas tan reconocidas como sus caballos, su historia y principalmente por su vino. Debido a sus más de 212.000 habitantes, consigue ser la quinta localidad más poblada de toda Andalucía, más habitantes que la propia capital, ya que la ciudad de Cádiz tiene sólo 120.500 habitantes que repletan sus calles. Se le acuñó el término “de la Frontera” por alusión  la Frontera de Granada, territorio antiguamente fronterizo entre el antiguo reino nazarí de Granada y la Corona de Castilla.

Las comunicaciones con las que cuenta Jerez de la Frontera son extraordinarias, ya que en su misma ciudad cuenta con su propio aeropuerto, una estación de trenes con una importante red de trenes diarios y una estación de autobuses. Ambas estaciones situadas cerda del centro de la ciudad para una mayor comodidad del turista que vaya a conocerlo. Cierto es que para mayor comodidad de viaje la mejor opción es ir en coche, ya que te proporciona una autonomía necesaria para hacer diferentes planes libres de horarios. Si no cuentas con coche propio para ir no pasa nada, desde aquí te recomendamos alquilar coche Málaga o en la ciudad donde te encuentres.

La historia y el desarrollo de Jerez de la Frontera siempre han ido de la mano de la industria del vino. Años atrás las múltiples bodegas tenían ocupada el mayor territorio de la ciudad, debido a que el pueblo jerezano vivía mayormente de la actividad vinícola que producía. Las primeras vides fueron llevadas a la ciudad por los fenicios en torno al año 1100 a.C.. Durante esa época el vino que se elaboraba era muy imperfecto, de poca calidad, ya que se tenía que cocer para que no se estropeara durante el transporte del mismo. Ya un poco más tarde Escipión Emiliano pacificó el territorio y comenzó a exportar productos de Jerez hasta Roma como el vino, el aceite de oliva o el garum (una pasta de pescado típica de esa época).

En el año 711 con la conquista árabe el consumo de vino se prohibió, pero a pesar de ellos los habitantes jerezanos eran fieles a su producto gourment y aun así lo consumían a escondidas. Más tarde, en el 1264 con la reconquista de Jerez por Alfonso X el Sabio, se extendió el consumo del vino, porque los romanos querían tomar alcohol y comer cerdo para diferenciarse de los musulmanes. Ya por este entonces, en el Siglo XII, se enviaban el vino a Inglaterra, lugar donde se empezó a conocer por el nombre árabe de la ciudad “Sherish”, palabra que posteriormente dio origen a la palabra actualmente conocida: Sherry.

Actualmente el vino de Jerez cuenta con su propio certificado de Denominación de Origen, lo cual lo convierte en un producto de máxima calidad y que lo diferencia del resto de los vinos que existen en el mercado.