La equitación, o lo que es lo mismo, la doma del caballo, es una práctica que realmente se lleva practicando desde hace siglos. Ya en los primeros contactos que el ser humano tiene con los caballos se puede comprobar una atracción a la doma de este fantástico animal. El caballo tiene mucho que aportarle al hombre, por lo que su domesticación se vio necesaria, por ejemplo, para combatir en guerras. Aunque el caballo comenzará siendo una pieza de caza para el hombre, posteriormente se convertiría en un animal necesario para que un hombre se considerara como “grande”, y es por ello que muchos de los hombres importantes en la historia, como Alejandro Magno o Atila, son tan conocidos como sus caballos.
Pero para el comienzo de la equitación nos tendríamos que situar especialmente en la época bizantina, que es donde comienzan a aparecer elementos de la doma de caballo, como por ejemplo, la silla, la brida o las riendas. A partir de ahí comenzó a estudiarse sistemas y técnicas para domar a los caballos, además de surgir las primeras escuelas especializadas en ello.
A día de hoy el deporte de la equitación es practicado a nivel mundial y son muchas las escuelas que puedes encontrar.