El espionaje digital

Las cuentas en línea y los dispositivos conectados desempeñan un papel cada vez más importante en nuestra vida cotidiana, por lo que a los usuarios que se encuentran en una relación les resulta cada vez más difícil definir los límites de sus vidas privadas.

Pero, ¿qué sucede en los casos en que enfrentan una ruptura? Postanuncio afirma que según una investigación global realizada por Kaspersky Lab y Toluna, el 21% de los encuestados espían a su antigua pareja a través de una cuenta en línea a la que todavía tenían acceso, y cuando entra en el juego la venganza por el ex, los riesgos a los que están expuestos en cuanto la seguridad de la información privada crecen después de una ruptura. La encuesta, realizada en línea en enero de 2018, contó con la participación de 18 países, incluida España. La intimidad se convierte en un concepto cada vez más fluido en un mundo totalmente digital, y las relaciones amorosas no son una excepción.

La intimidad se convierte en un concepto cada vez más fluido en un mundo de límites digitales, y las relaciones amorosas no son una excepción. Por ejemplo, el 70% de las parejas revelan sus contraseñas, huellas dactilares o PIN para dispositivos personales, y el 26% almacena diferentes tipos de información privada en el dispositivo del compañero, como mensajes íntimos de / a ella (14%), y/o fotos o videos íntimos de pareja (12%). Además, los usuarios retienen otra información importante sobre las cuentas y dispositivos que comparten con sus parejas, por ejemplo, información financiera (11%) o datos relacionados con el lugar de trabajo (11%). Todo esto no es un problema, siempre y cuando la relación sea actual y los datos estén en buenas manos, pero las cosas se complican en caso de una división. Cuando la relación no sale tan bien, los recuerdos íntimos compartidos en dispositivos o cuentas en línea ya no son parte natural de una relación basada en el amor, sino una posible pesadilla sobre el derecho a la privacidad.

De las personas que han pasado por un divorcio, el 12% de ellas quería hacer pública o divulgar información con respecto a la primera pareja como una forma de venganza, el 12% han dañado o querían dañar el dispositivo de la ex pareja, y el 21% espiaron a su ex pareja a través de las cuentas a las que tenían acceso. También existe el potencial impacto financiero, y 1 de cada 10 personas (10%) admitió que habían gastado dinero en línea de la ex pareja. Es interesante observar que existen diferencias significativas entre los dos sexos: los hombres son más propensos en revelar información privada de su pareja como una forma de venganza (17%) con respecto a las mujeres (7%), o para utilizar la información que era para su propio interés (17% vs. 8%). En comparación, es más probable que las mujeres eliminen toda la información en los dispositivos de la ex pareja (55% vs. 49%) y todas las fotos y vídeos con ella (56% vs. 48%). En contraste, las mujeres son más propensas a recurrir a las tácticas de seguimiento, el 33% de las mujeres admitiendo que están espiando a su ex en las redes sociales, frente al 28% de los hombres.