La ansiedad en las sociedades modernas

Muchas personas sufren trastornos de ansiedad porque el día a día en nuestra sociedad es intenso, estresante y desenfrenado. Para algunas de esas personas, la mejor manera de lidiar con ello es manteniendo el control de la situación. Es decir, haciendo un calendario.

Si tenemos el futuro inmediato planificado, si sabemos exactamente qué vamos hacer y a qué horas y con quien con al menos una semana de antelación, somos más capaces de relajarnos, al menos una buena proporción de todos nosotros

. Si no hiciéramos eso, en un presente en el que el trabajo precario hace que el futuro lejano sea muy incierto, seguiríamos sufriendo y la ansiedad todavía nos acompañaría como una inseparable compañera de trabajo, de juergas y de cama.

Por eso, para muchas personas el mero hecho de no poder permitirse tener una casa influye en ese trastorno. Por eso, calcular una hipoteca, al menos para hacerse una idea de qué tendríamos que hacer y cuánto tendríamos que invertir para conseguir ese objetivo, puede convertirse también en un hábito tranquilizador.

En la actualidad, el alquiler se ha disparado, y las personas más jóvenes se contentan con compartir piso. Aunque en cierto modo este modo de vida también es adecuado, nos cuesta imaginarnos con cierta edad haciendo esas cosas.

Con cierta edad, lo que queremos es tener un espacio que sea solo para nosotros, especialmente si entra en nuestros planes formar una familia. Los niños, definitivamente, no deberían nacer en un entorno demasiado cambiante.

Pero los adultos tampoco deberíamos envejecer en ellos. Tal vez algún día cambien las cosas, tal vez el desempleo se reduzca y España, de manera milagrosa, se convierta en un estado de bienestar que nos permita cubrir nuestras necesidades básicas sin estrategias de marketing capitalistas de por medio.

Mientras tanto, lo único que podemos hacer es buscar alternativas: buscar pisos compartidos, solicitar financiación para comprar un coche, mudarnos con nuestra pareja... Cualquiera de esas cosas es buena para nuestra salud mental y nos permite vivir con un poco más de relax. Más adelante, el futuro se presentará; y quién sabe, tal vez sea bastante agradable.