Curso de estimulación temprana útil para la educación infantil
¿En qué consiste el curso de estimulación temprana?
Se trata de sesiones de juego de 45 minutos de duración, donde los protagonistas son tanto los padres como sus hijos, lo que refuerza el vínculo familiar.
A través de distintas actividades con música, tacto de texturas, sonidos, movimiento, trabajo de suelo, cuentos… nos volvemos niños a la vez que somos testigos del crecimiento de los más pequeños.
Los talleres son prácticos y los grupos se dividen por edades, de esta forma, los adultos tendrán la oportunidad de conocer a otros padres que estén viviendo las mismas situaciones y resulta una excelente vía a su vez para que nuestros hijos entren en contacto con otros niños de su edad.
El diálogo es constante, las dudas que tengamos se van resolviendo durante los juegos mientras veis actuar a nuestros hijos. Además se establecen una serie de pautas que podréis trasladar a vuestras casas y os resultarán de gran ayuda.
¿Qué beneficios tienen estas clases de educación infantil?
Trabajo y juego van de la mano. No es un entretenimiento sin más; las actividades son elegidas y guiadas con el objetivo de poder percibir la evolución de los niños, su nivel de atención, asombro, miedos… etc. En cada sesión se atiende a seis áreas muy diferentes, todas ellas de suma importancia para el desarrollo equilibrado de tu hijo.
Motricidad gruesa. Se estimula el fortalecimiento del cuerpo del bebe, de acuerdo a su edad y desarrollo. Se ponen en práctica posturas como poner boca abajo al bebé y se estimulan distintas formas de gateo, paso clave para el desarrollo motriz.
Motricidad fina. Se vigila el seguimiento visual y la habilidad de las manos para tomar objetos, manipular e investigar su entorno.
El lenguaje. Jugaremos con sus balbuceos, canciones, títeres así como otras técnicas para poner en práctica en casa y continuar con el proceso de estimulación adecuado.
La lectura. Se darán pautas para desarrollar hábitos de lectura desde pequeños al mismo tiempo que se trabaja su atención.
Los sentidos. Utilizamos distintos aromas, texturas, luces, imágenes, música,… con el fin de que el niño recree su mente con elementos del entorno y los papás, por su parte, se sensibilicen ante la necesidad de investigación.
Estimulación sensorial. A través de juegos específicos se atiende el sistema vestivular, lo que conocemos por equilibrio. Esto les enseña a mantener constantemente su equilibrio y regular nuevas posturas. El equilibrio está relacionado con el resto de los sentidos, por lo tanto, un trabajo de estimulación en este sentido es esencial para que todo el mecanismo funcione.
Los afectos: Se promueve la autoestima, la espera de “su turno”, la tolerancia y la frustración, la capacidad de espera, el manejo adecuado de los sentimientos. En este apartado se atiende la famosa mamitis y los límites con amor.
Y… ¿Qué sentiré Yo al terminar la clase?
Te encantará y asombrará ver cómo tu hijo crece, reacciona en distintas situaciones y aprende contigo.
Sentirás una gran satisfacción por haberle dedicado un tiempo de máxima calidad.
Puedes ampliar este trabajo con la Escuela para Padres cuyas charlas son un excelente vehículo para ayudaros de cara a lograr un desarrollo sano y equilibrado del tu bebé.

Estos son artículos de distintos escritores, que no tienen perfil, originalmente añadido por la administración de artículo.org.





































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