Teletrabajo y dolor de espalda
El teletrabajo ha llegado para quedarse, como mínimo, hasta el momento que se encuentre una solución definitiva al coronavirus.
En nuestro país el porcentaje de trabajadores que hacían teletrabajo antes de la pandemia era testimonial, pero en este momento todas las empresas, que pueden hacer su trabajo desde casa, han optado por esta solución.
En una oficina, por ley, las condiciones del lugar de trabajo, deben cumplir unos mínimos requisitos. Aunque muchas veces no se cumplan al 100%, son muchas las empresas que prefieren mantener el lugar de trabajo de sus empleados en las mejores condiciones posibles. Auriculares, sillas ergonómicas, mesas con altura adecuada, pantallas y teclados correctamente colocados son algunas de las medidas que se toman para que el trabajador desempeñe su función con la mayor comodidad posible y evitar riesgo de lesiones.
La prevención de riesgos laborales es una medida muy útil, ya que disminuye el número de bajas por lesiones producidas en la jornada laboral.
El teletrabajo puede tener ventajas como, evitar desplazamientos o minimizar contacto social para evitar contagios, pero entre sus desventajas están que la mayoría de hogares, no tiene las condiciones de trabajo óptimas y si no salimos de casa, no nos movemos, favoreciendo el sedentarismo y las lesiones que se puedan producir.
Trabajar en la mesa del comedor, el sofá, sillón… producirá, a la larga, lesiones y dolores de espalda.
Los fisioterapeutas encuentran, con más frecuencia, lesiones de espalda en trabajadores administrativos que en trabajos más físicos. Este cambio entre un trabajo físico y otro de oficina está provocado por el hecho de moverse o no.
La espalda quiere movimiento, si la acostumbramos a no hacer nada o a movimientos repetitivos, no tardarán en aparecer lesiones. No significa que un trabajo físico, como puede hacer un albañil, sea mejor que uno administrativo. En el primer caso, con los años, pueden aparecer lesiones por hacer movimientos inadecuados, en el segundo la prevención puede ser más fácil si se toman las medidas adecuadas.
Toda aquella persona que tenga que hacer teletrabajo debería buscar un lugar de su casa que adaptar a su jornada laboral.
Entre las nociones más básicas podríamos dar:
- La silla será mejor móvil, estable y regulable. La altura idónea será la altura que tengamos desde el hueco posterior de la rodilla hasta el suelo. La rodilla deberá quedar flexionada en ángulo recto.
- La parte del asiento mejor que sea cóncava, acolchada y con el borde delantero redondeado, de manera que no ejerza presión sobre las piernas.
- El respaldo, mejor vertical, acolchado en la zona lumbar y con unos 50 cm de altura.
- Si es posible que tenga reposabrazos, mejor cortos, pero si no tiene, los brazos deberán reposar sobre la mesa.
- Se recomienda usar reposapiés, con altura regulable hasta los 15 cm y una inclinación máxima de 20º.
- Siempre que se pueda, levantarse y dar un pequeño paseo, lo ideal sería estar de pie y andar durante 5 minutos por cada hora de trabajo.
De la misma manera que adaptaremos el lugar de trabajo, será muy importante mantener un mínimo la condición física. Hay muchas formas de mantenerse en forma sin hacer grandes ejercicios y sin salir de casa.

David Papasseit Abdon Fisioterapeuta a domicilio Fisio a domicilio





































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