Impuestos: Dar Para Recibir
Orígenes
Sin duda alguna, tributar es una de las acciones más antiguas de la raza humana. Puede decirse que hace parte de su naturaleza y que es una de las tantas características que permite clasificarlos como seres racionales. Así pues, es válido afirmar que el ser humano y los impuestos han ido de la mano a través de la historia. Que ese afán del hombre por obtener un beneficio a cambio de dar o aportar “algo”, le ha permitido sobrevivir y evolucionar en sociedades que cada vez son más cambiantes.
Esa intención de recibir un beneficio o favor con el compromiso de pagar un precio por ello, no es algo nuevo. Ofrendas y sacrificios de seres humanos o animales, a diferentes dioses y divinidades; eran pues, aquel tributo entregado por los antepasados, con el deseo de recibir perdón por las culpas, riquezas representadas en cultivos sanos, alimento y hasta victoria en batallas y guerras.
Actualmente la esencia sigue siendo la misma. Hoy en día convertido en obligación; el tributar, el pagar impuestos busca en términos generales un mismo fin: aportar para ayudar en el sostenimiento de un estado. Un sostenimiento que brinda a esos aportantes mejoras en sus vidas y le permite seguir construyendo nuevas sociedades.
Quizá el ser humano ha entendido que lo único que cae del cielo es la lluvia. Que si quiere renovarse e ir a la par con un mundo que no es el mismo día tras día, debe contribuir económicamente para ello y no dejar la responsabilidad solo a sus dirigentes y gobernantes.
Impuestos, Una ObligaciónSegún la legislación Colombiana todos los ciudadanos están en la obligación de contribuir con los gastos y las inversiones del país. Es llamado sujeto pasivo aquel quien tiene el deber de pagar el tributo. Cabe resaltar que debe existir un hecho generador del impuesto para que el sujeto pasivo tenga la obligación de pagar el tributo.
Existen en Colombia impuestos directo e impuestos Indirectos. Los impuestos directos recaen directamente sobre la persona quien es dueña de algo. Los segundos se pagan así la persona esté o no en la capacidad de tributar. Basta con que haya comprado un bien o servicio que esté gravado con el impuesto. Este tipo de impuesto recae sobre el bien o servicio y no sobre la persona.
Siguiendo con el origen de los impuestos, expresado en el inicio del ensayo, se podría comparar esas divinidades a quienes los primeros hombres ofrendaban sus tributos, con la figura del estado en la actualidad moderna. Puede decirse entonces que viene siendo ese “dios” que concede bienestar a sus depositantes en referenciación a lo ofrendado.
Construcción de vías, infraestructura en general, salud, educación, seguridad ciudadana; son algunos de esos favores recibidos en contraprestación por los aportes –ofrendas- realizadas.
En Colombia existe la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales quien es la entidad responsable de administrar y controlar esas obligaciones tributarias.
En Colombia existen impuestos a nivel nacional y regional. Los primeros aplican para todas las personas naturales o jurídicas que vivan en el país. Los impuestos a nivel regional son fijados por los departamentos y municipios. En todo caso la finalidad sigue siendo la de contribuir en el sostenimiento del país.
Para llevar un control de los impuestos por declarar, las empresas generan una cuenta por cobrar a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, de aquellos impuestos que otras empresas les han retenido en el momento que se les vendió el producto o el servicio. Se entiende de esta forma que la entidad -sujeto pasivo- ha venido pagando el impuesto de manera anticipada siendo que la empresa que recibió el servicio o producto sirvió de agente retenedor.
Así mismo, al agente retenedor se le genera una obligación por pagar a la Dirección de Impuestos por aquellos valores retenidos en mención de impuestos.
Sin duda alguna puede concluirse entonces que el estado y los ciudadanos, son un solo cuerpo que con distintas funciones se relacionan y trabajan entre sí para alcanzar un todo.
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