Síndrome de inmovilidad en personas mayores
El síndrome de inmovilidad en ancianos es una de las causas más habituales de incapacidad en personas mayores.
Las situaciones más habituales en las que una persona mayor pueda desencadenar el síndrome de inmovilidad serán las que obliguen a estar encamado durante un periodo de tiempo más o menos prolongado. Puede ser por enfermedad o intervención quirúrgica, por miedo a caer o dejadez por cualquier situación personal.
Síndrome de inmovilidad por enfermedad o intervenciónEn estos casos está provocado por la disnea y fatiga que se produce durante la enfermedad y el periodo de inactividad.
Es posible que no pueda o quiera realizar actividades básicas.
Según el tiempo que se prolongue puede producirse una pérdida en el equilibrio, de fuerza y masa muscular, problemas para caminar sin ayuda, no poder realizar las actividades de la vida diaria por sí mismos, riesgo y miedo a las caídas y un riesgo importante de sufrir úlceras.
Síndrome de inmovilidad por dejadezEn personas mayores, es muy habitual, encontrar este síndrome por abandono, consciente o inconsciente, de sus actividades básicas sin sufrir ninguna enfermedad incapacitante.
Se empieza disminuyendo la actividad, salir poco a la calle o dejar de salir, hasta el punto de no querer o poder moverse en su propia casa.
En ocasiones aparece por caídas previas que producen una inseguridad y limitan el movimiento. En otras ocasiones el problema es la familia que, con intención de sobreproteger, limitan la actividad de la persona mayor a su cargo.
Qué hacer para mejorar esta situaciónA nivel familiar lo más importante es animar y motivar al familiar a que haga sus actividades básicas, mantenga las relaciones sociales, salga a la calle, ayude en las tareas domésticas...
Si el problema es más serio, necesitaremos ayuda profesional. En estos casos los tratamientos de fisioterapia a domicilio son perfectos.
El tratamiento deberá ser personalizado, según el estado del paciente se usarán unas u otras técnicas.
A grandes rasgos, el tratamiento se enfocará en:
- Mejorar fuerza y tono muscular.
- Aumentar amplitud de movimientos en extremidades.
- Recuperar la marcha autónoma con o sin ayudas técnicas.
- Mejorar equilibrio y coordinación.
- Dar confianza y ayudar a perder el miedo a caer.
- Ejercicios respiratorios para mejorar la disnea.
En todos los casos el objetivo del tratamiento será que la persona acabe desplazándose por casa, realizar actividades básicas e iniciar salidas a la calle acompañada de algún familiar.
Peligros derivados del síndrome de inmovilidadLas consecuencias que pueden producirse son:
- Aparición de patologías circulatorias.
- Problemas respiratorios como disnea o sensación de ahogo.
- Aumenta el riesgo de trombosis y trombo pulmonar.
- Atrofia muscular.
- Rigidez articular.
- Incontinencia, tanto urinaria como fecal.
- Poca tolerancia al ejercicio.
Si el paciente se mantiene encamado e inactivo durante mucho tiempo pueden aparecer úlceras por decúbito, que prolongarán el tiempo de reposo, necesitará más ayuda para alimentarse, hacer la higiene diaria y es posible iniciar o acelerar un proceso de demencia.
Si el estado se mantiene, puede elevar el riesgo de muerte derivado por los factores anteriores.
Es muy importante, cuando detectamos esto en algún familiar, buscar ayuda profesional que ayude a mejorar la situación, cuanto más tiempo pase más difícil será recuperar la actividad.

David Papasseit Abdon Fisioterapeuta a domicilio Fisio a domicilio





































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