Esguince de tobillo
El esguince de tobillo es una elongación o rotura de los ligamentos que ayudan a estabilizar la articulación. Normalmente se produce por una torcida brusca del tobillo que supera la amplitud de movimiento normal de los ligamentos.
El ligamento es una estructura corporal que tiene la función de mantener en su lugar las distintas articulaciones del cuerpo. Son como pequeñas cuerdas con una ligera elasticidad que mantienen las articulaciones.
La mayoría de esguinces de tobillo se producen en los ligamentos externos.
Signos y síntomas del esguince de tobilloSegún el grado de la lesión podemos tener una u otra sintomatología, los más habituales:
- Edema maleolar.
- Morados o hematomas.
- Dificultad de movimiento.
- Inestabilidad o fallo articular.
- Dolor al apoyar o tocar la zona afectada.
- Sensación de rotura en el momento de la lesión.
Dependiendo de los síntomas que presentes el tratamiento podrá variar, deberías consultar con un médico para tratar el esguince en su fase aguda.
Sea cual sea el grado, el tratamiento de fisioterapia es muy importante, ya que una vez tenemos uno, si no lo tratamos, seguramente se volverá a repetir, ya que la articulación queda inestable.
Cuando se produce un esguinceEl esguince se produce por un movimiento anormal del tobillo, entre las causas más habituales:
- Moverse en superficies irregulares.
- Saltos o giros sobre un pie.
- Malas caídas.
- Pisotones andando o haciendo ejercicio.
Hay más probabilidad de sufrir un esguince de tobillo si:
- Practicas deportes de salto, cambios de dirección...
- Andas o corres en superficies irregulares, ya que sometemos al tobillo a movimientos poco habituales.
- Tu estado físico no está preparado para la práctica deportiva.
- El calzado no coge correctamente el pie, el calzado suelto como tacones o sandalias puede favorecer la aparición de esguinces.
- Has sufrido un esguince anteriormente y no lo trataste.
Para prevenir la aparición de un esguince de tobillo podemos tomar las siguientes medidas:
- Utilizar un calzado adecuado a la actividad a realizar. En la medida de lo posible evitar zapatos de tacón alto.
- Hacer un calentamiento antes de practicar deporte.
- Proteger un tobillo lesionado previamente con vendas, tobilleras...
- Hacer ejercicios de estabilidad y equilibrio.
- Evitar superficies irregulares o ir con prudencia si andamos o practicamos deporte sobre ellas.
- Mantener un correcto estado físico.
El tratamiento dependerá del grado de la lesión, el más ligero solo necesitará una pequeña inmovilización hasta el más grave que puede necesitar una intervención quirúrgica.
Debemos tener presente que no tratar un esguince de tobillo o cualquier otro nos puede ocasionar un dolor crónico, inestabilidad articular y artritis de tobillo.
El tratamiento de fisioterapia para el esguince de tobillo dependerá del grado de la lesión y el estado en el que se encuentre el paciente.
En estados agudos el tratamiento estará enfocado a reducir la hinchazón y el dolor, básicamente con crioterapia y electroterapia.
En estados más avanzados o crónicos el tratamiento se centrará en mejorar la movilidad, la estabilidad articular y el tono muscular. Para ello se usarán diferentes técnicas como:
- Ejercicios de potenciación muscular para contrarrestar la elongación y fallo de la función de los ligamentos.
- Movilizaciones pasivas y activas.
- Ejercicios de propiocepción, que consisten en crear reacciones de equilibrio de distinta dificultad, que ayudarán a la articulación a adaptarse a las distintas situaciones que nos podemos encontrar.

David Papasseit Abdon Fisioterapeuta a domicilio Fisio a domicilio





































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