El Viaje de Haidi, de Lovelace
Autografía, diciembre 2020
El Viaje de Haidi de Lovelace (Ángela Landete) cuenta la dramática historia de Haidi Grams, una joven que nace y crece en un entorno sórdido que empeora con creces la enfermedad pulmonar con la que viene al mundo. Su vida es una interminable guerra por sobrevivir y por vencer de alguna manera a la fibrosis quística.
La escena se inicia en Barcelona durante los años 60, si bien la mayor parte de la obra transcurre en el Newcastle de la década de los 80, cuando la protagonista es ya mayor de edad. La novela, excelentemente ambientada, está dividida en cuatro partes, significando cada una de ellas un paso hacia delante en la evolución psicológica de la protagonista.
Una vez en Inglaterra, país caracterizado en esa época por estrictas medidas contra inmigración, se embarca en una tórrida aventura con el irresistible y pudiente Lord Ashley, a quien cautiva por completo con su melena pelirroja, su escasa talla y su candor pero este, escarmentado de sus anteriores relaciones, se muestra receloso y mezquino con sus privilegios y su poder. Ignora que a Haidi apenas le queda tiempo.
Era él quien no había dejado de perseguirla desde el primer momento en que la vio, abducido por su imagen. Hasta se podría alegar que tenía una tenue sombra de acosador ya que, con la asistencia de un colega que trabajaba en la oficina de Inmigración de Newcastle, había indagado acerca de su domicilio particular y su lugar de trabajo.
De hecho, había abusado de su poder para averiguarlo.
Cuando por fin se despidió de su madre, con los codos sobre la mesa de su despacho, apoyó la cabeza en las manos y cerró los ojos. Exhaló un suspiro que hizo revolotear una nota que había sobre la mesa.
«Haidi, Haidi, Haidi», pensó.
Ni dos semanas.
No hacía ni dos semanas que la conocía y estaba perdiendo el juicio.
A distancia, se enrabiaba con ella y se hacía una lista mental de las cosas en las que quería adiestrarla. En la proximidad, la rabia se esfumaba como empujada por el viento y lo único que sentía era una atracción magnética hacia ella. Y pasión. Una pasión que sometía todos sus sentidos.
Para colmo, no acababa de entrever cuáles eran sus intenciones precisas, y le martirizaba que fuera algo relacionado con el Departamento de Inmigración. Aquella española le traía de cabeza.
El Viaje de Haidi es un drama romántico con un trasfondo de novela psicológica, dado que describe la superación personal de la protagonista que, poco a poco, pasará de "sobrevivir" a "vivir" aceptando su realidad; abandonará el victimismo para abrazar y agradecer lo que la vida le ofrece. Esta evolución es claramente autobiográfica, ya que la autora, paciente de lupus sistémico y fibromialgia, ha realizado ese mismo viaje mental, logrando dejar atrás el estado depresivo en el que se había hundido a causa de sus síntomas, la incomprensión social por sufrir enfermedades invisibles y por verse obligada a abandonar el mundo laboral.
Se arrepintió de las veces que, innecesariamente, había ansiado morir, porque ahora sí se estaba muriendo y jamás recuperaría el tiempo malgastado con las penas. Eso había sido su vida, pensó, una abominable pérdida de tiempo.
Podría haber encajado los azotes de la vida con mayor firmeza, ignorado las desventuras pasadas, vivido la vida en lugar de perecerla.
Había vivido muriendo.
Si pudiera volver atrás… pero no podía...
Tictac, tictac.
Ángela Landete Arnal (Barcelona, 1971) es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Barcelona, y ha ejercido como traductora de textos clínicos y profesora de inglés. Como enamorada de la literatura clásica, su pseudónimo Lovelace hace referencia a Ada Byron, hija del insigne poeta romántico y condesa de Lovelace. La autora se dedica mayormente al género de la novela, aunque también escribe hermosos textos de prosa poética dedicada a la naturaleza, palabras que nacen de su alma para ensalzar la belleza natural.
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