La gran mentira de Alfonso Cirera
Ya solo quedamos unos pocos después de que despidieran al gran grueso de la plantilla de Montefibre Hispania, se nos prometió y garantizó el cobro de los salarios hasta final de año, tiempo límite para la solventar la triste situación que atraviesa la empresa para bien o para mal, y nuevamente nos han vuelto a engañar, como es costumbre en el Sr. Alfonso Cirera presidente del grupo Praedium, propietario de Montefibre Hispania, y que por tercera vez nos está sometiendo a una situación de impagos prolongados, no siendo consciente de las dificultades personales que está padeciendo la plantilla, los que no pudiendo llegar a final de mes se ven obligados a pedir ayuda a familiares, quien tiene esa suerte, porque el que no, se está viendo obligado a dejar facturas sin pagar. El mayor de nuestros miedos es que esta agonía continúe sin que la dirección tome ninguna decisión y nos abandone a nuestra suerte, dejándonos meses y meses sin pagar, en poco más de un mes serán 6 nóminas. (4 mensualidades y 2 extraordinarias). Somos conscientes de que este escrito es un torpedo en toda línea de flotación de este viejo buque que ya esta más que hundido, tras mucho tiempo creyendo en el proyecto de conversión a la fabricación de precursor de fibra de carbono (Montefibre Carbon) que supuestamente se está intentando vender, teníamos los ojos vendados o no queríamos ver la inviabilidad del mismo, una fibra de carbono creada a partir de un polímero fabricado hace 13 años en una empresa italiana y que todavía no sabemos si vamos a ser capaces de reproducir con las mismas condiciones técnicas, así como las modificaciones tecnológica necesarias para su implantación las cuales solo existen en papel. Únicamente había que realizar una inversión hace 3 años de entre 30.000€ y 60.000€ para intentar replicar este polímero, pero nunca se materializó está inversión, a pesar de haber obtenido 2 fondos de financiación REINDUS de 5 y 11 millones de euros a los cuales finalmente acabó renunciando. La pérdida del valor humano, con los últimos despidos, mas el goteo de compañeros que se están viendo obligados a exiliarse a otras empresa, personal cualificado fundamental para la puesta en marcha de las viejas instalaciones, las cuales han sufrido un deterioro muy preocupante debido al abandono y la falta de inversión a las que se han visto sometidas en estos últimos años. Este deterioro también afecta la seguridad de los peligrosísimos productos químicos que todavía alberga las instalaciones y que suponen un grave peligro para todo el mundo, incluida la ciudad. Las enormes deudas que arrastra la empresa desde el proceso concursal, mas las nuevas generadas en este nuevo periodo, entre las que se encuentra también el estado (apareciendo en la lista de morosos de hacienda 2021 con una deuda en Montefibre de 3.616.241€ y en Praedium de 8.847.197€) y nosotros mismos nuevamente (actualmente 3 nóminas, 6 en breve con las extraordinarias), nos hace pensar que la enorme deuda hace imposible que esta empresa sea atractiva para cualquier inversor o comprador en su sano juicio. Por todo ello y por todo el tiempo que llevamos escuchando falsas promesas, desplantes, y dejadez por parte de la dirección, manifestamos nuestro hartazgo, hemos llegado a un punto de inflexión en el que hemos dejado de creer en el proyecto, un proyecto que ha perdido toda la credibilidad. A estas alturas entendemos uno de los motivos por los que muchos inversores acaban echándose atrás, solo hay que tratar un par de veces con el Sr. Alfonso Cirera para saber que hacer negocios con él no va a acabar en nada bueno. A las pruebas nos remitimos, aunque nadie lo confirmará por miedo a posibles represalias, cuanto más estrecho ha sido el contacto con la dirección, mayor ha sido pérdida de credibilidad en el proyecto, mayor la decepción por la informalidad, soberbia e incompetencia de Alfonso Cirera y menor la posibilidad de retorno para la futura puesta en marcha. Esto es aplicable también a nivel de personal obrero cualificado y experimentado. Todos aquellos que han tenido la oportunidad de marcharse lo han hecho, y con intenciones de no regresar nunca más. Aun así, la dirección de la empresa está intentando ganarse la confianza de un posible inversor asegurándole que en fábrica queda personal con suficientes conocimientos y experiencia en el sector como para arrancar un nuevo proyecto de precursor de fibra de carbono, cuando la realidad es muy diferente. Están intentando mercadear y vender un proyecto presentando como una de sus bases el cuidado e importancia del personal humano, y al mismo tiempo, a dicho personal se le llevan retrasando y adeudando pagos durante los tres últimos años. La suma de todo lo expuesto anteriormente ha creado este enorme torpedo que pondrá fin a un sueño, un sueño que sintiéndolo mucho ha llegado a su fin.
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