Fruta fresca
Cuando se nos dicen las palabras compuestas “fruta fresca” se nos pueden venir a la cabeza toda clase de imágenes. Existen personas que sólo piensan en lo que literalmente es una fruta fresca, esto es, una fruta que acaba de ser tomada del árbol o planta del que brota y esta apenas lista para el consumo de las personas. Pero hay muchas otras imágenes asociadas con las palabras que componen fruta fresca. Una imagen que muchos pueden tener y que a mí personalmente me viene a la cabeza es la de una mujer que, aún joven y sin muchas cargas de la vida, apenas esta radiante y tiene toda la sensualidad de una mujer que apenas esta lista para vivir el amor. Hay muchas similitudes que se me ocurren entre la imagen literal de la fruta fresca y lo que sería una mujer que sea como una fruta fresca, vamos a ver algunas cosas que se me han venido a la mente.
Una de las cualidades de la fruta fresca es que es bastante provocativa. Cuando vemos una fruta fresca acabada de salir del árbol o planta que las hace brotar, y además adecuadamente lavada, vemos algo que nos provoca demasiado, que queremos comerla disfrutándola despacio y sintiendo paso a paso cada uno de los gustos que trae al paladar su degustación. Igualmente ocurre con las mujeres que apenas están listas para el amor, son pocas la verdad en estos días donde incluso las niñas de 13 años ya no son vírgenes, pero cuando una mujer está así, totalmente lista, como una fruta fresca, que conserva ese dejo de inocencia y picardía a la vez de las personas que no han vivido mucho el amor, la verdad es que resultan muy provocativas. Igual que una fruta fresca, piénsese en unas manzanas o en unas frescas silvestres que estén aún húmedas, frescas.
Hay otras cosas acerca de la fruta fresca que la hacen similar a una mujer joven tal como la estamos tratando de describir. Otra de ellas es que cuando comemos una fruta fresca esta nos trae una sensación de bienestar, una sensación de que nos nutre algo por dentro, más que el mismo cuerpo parece nutrir nuestro espíritu con la esencia de un alimento que esta lleno de vida y es generoso con nosotros. Así mismo ocurre cuando hacemos el amor con una mujer que reúna estas condiciones. Repito que mujeres así no hay muchas en estos días, pero de todas maneras las hay. Si alguien tiene el privilegio (privilegio que generalmente se puede o se debe tener una sola vez en la vida) se dará cuenta de cómo una mujer así lo llena de vida y le reporta una sensación de bienestar profunda que sólo este tipo de mujeres pueden dar. La verdad es cuando uno hace el amor con una mujer con otras características diferentes a las de una fruta fresca puede sentir placer y puede sentirse muy bien, pero igualmente también siente un desgaste que extrañamente no se siente con estas generosas mujeres.
Las comparaciones que traigo acá sobre la fruta fresca y las mujeres tal vez no sean muy aproximadas a las personas que tienen otras experiencias y vivencias diferentes acerca de vivir un momento con una mujer. Pero para aquellos que se hayan tomado el tiempo para degustar paso a paso una fruta fresca y también han vivido momentos bellos con las generosas mujeres de las que hablo tal vez me entenderán bien.

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