Matrimonio religioso
El matrimonio religioso es una de las instituciones más antiguas y tradicionales de la sociedad humana. Desde el principio de los tiempos el matrimonio siempre ha estado vinculado a un hecho sagrado, a una bendición que los dioses o el dios único daba a las personas para que vivieran una vida juntos. Es un hecho histórico comprobado que el matrimonio religioso ha sido siempre la tendencia primera y más natural del hombre.
La pregunta que todos pueden hacerse al constatar este hecho es ¿y por que queremos darle tanta significación a este hecho convirtiéndolo en un matrimonio religioso? Tal vez la respuesta es que todos queremos que nuestra unión en pareja vaya bien y que siempre este bendecida por las mejores intenciones y la mayor prosperidad. Al celebrarse el matrimonio religioso la pareja recoge una bendición de quienes tienen la capacidad de ayudar y brindar la mayor felicidad a los seres humanos: los poderosos dioses.
Sólo después, en este época moderna, el matrimonio se dividió en matrimonio religioso y en matrimonio civil. Es por consideraciones prácticas que la sociedad quiso quitarle su significación religiosa al matrimonio y por ello ofreció a la sociedad la posibilidad del matrimonio civil. Como consecuencia de ello el matrimonio religioso cada vez pasa más a un segundo plano y el matrimonio civil entra con más vigencia aún.
Son dos las causas principales por las cuales el matrimonio religioso ha perdido gran acogida dentro de la población civil que existe en el mundo: La primera de ellas es el gran escepticismo que vivimos hoy respecto a los poderes divinos y todo lo que tiene que ver con la intervención de dios en el mundo. La otra causa que ha propiciado el opacamiento del matrimonio religioso es que hay consideraciones de orden práctico que han obligado a que la sociedad tome medidas para evitar que el matrimonio se convierta en una institución perjudicial y que genere infelicidad para los seres humanos.
Dentro de las consideraciones prácticas para dividir el matrimonio religioso del matrimonio civil se encuentra el hecho de que la sociedad en que vivimos tiene muchos cultos diferentes, cada uno de los cuales tiene diferentes puntos de vista y creencias que afectan, por supuesto, la manera de ver el matrimonio religioso. En efecto, dada la pluralidad de religiones que existe en la sociedad, no se le puede imponer una manera de matrimonio religioso a personas que no comparten el mismo culto que el Estado exigiría a la sociedad civil para que tuviese plenos efectos. Por esta razón el matrimonio religioso podría convertirse en semilla de desigualdades e injusticias que es mejor evitar para la convivencia pacífica y libre de las personas.
Otra consideración de orden práctico tiene que ver con que el matrimonio religioso generalmente exige un vínculo por toda la vida hasta que la muerte separe a la pareja. Este tipo de vínculo es bastante problemático en la sociedad, pues existen muchas personas que se casan por matrimonio religioso que de verdad resultan no ser compatibles, ser infelices y no poderse separar. Esto puede ser un hecho triste que puede arruinar la vida de cualquier persona y por ello es mejor que se le abra la posibilidad a las personas de no celebrar un matrimonio religioso pero si poderse unir como cónyuges a través del matrimonio civil.

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