El caso de Josue Monge Garcia, Un año desaparecido
Josué Monge García de 13 años de edad, desapareció sin dejar rastro el día 10 de abril de 2006, cuando se dirigía en bicicleta a pasar la noche a casa de un amigo que vivía a escasos 300 metros de su domicilio. Llevaba 30 euros en el bolsillo y una mochila con vestimenta para pasar esa noche fuera, vestía chándal gris y botines de color rojo.
Josué pasaba los días previos a su desaparición con restricciones de horarios y salidas por los ocho suspensos que había traído en el último trimestre lo que hizo que la policía barajara desde el principio la hipótesis de la huida voluntaria. Pero trece días después, su padre, Antonio Monge, desesperado por la falta de noticias, salió en una furgoneta blanca de la empresa para la que trabaja, en busca de su hijo, desapareciendo también en extrañas circunstancias.
Según María Isabel García, los primeros días de la búsqueda, Antonio Monge, la llamaba para informarla de los pasos que daba en busca de su hijo, pero se quedó sin batería y dejó de hacerlo.
Desde su desaparición ya ha pasado más de un año, y sigue sin haber pistas fiables que encaminen la investigación. La desesperación familiar ha llevado a apuntar a Antonio monge, como el causante del posible secuestro de Josué. «Es muy extraño que no haya rastro ni de la bici, ni del coche ni de un cuerpo», declaró meses después de la desaparición María Isabel. Además reconoció que el ambiente familiar «no era demasiado bueno» y que incluso había solicitado los trámites de separación. «Antonio tenía depresión y todo lo veía negativo. Cambiaba de actitud frecuentemente y la convivencia se hizo insoportable», apunta.
Asegura que el padre estaba obsesionado con Josué. «Es una persona controladora. Quería la perfección y si no se hacía lo que él quería, se mostraba agresivo. Mis hijos y yo estábamos viviendo en un infierno». Añadió que Antonio, «había conocido a una mujer»,y había advertido dos meses antes de su marcha que algún día «reharía su vida y nadie lo encontraría», incluso el mismo día de su desaparición pidió en varias ocasiones a Juan Manuel, hermano de María Isabel, que cuidara de su mujer. «Su comportamiento una vez que desapareció Josué fue raro. En lugar de buscarlo, estaba acostado», afirmó Juan Manuel, que deduce que «o bien están juntos escondidos o Antonio podría haber cogido a Josué, haberlo matado y luego marcharse al cabo de los días».
Esta hipótesis unida a nuevos datos que hasta el momento eran desconocidos avalan su teoría. Josué llamó a su amigo a las 15.20 horas el día que desapareció para hacerle saber que contaba con el consentimiento de sus padres para pasar la noche en su casa. Su amigo le preguntó que por qué no se veían ya y jugaban a la play, pero él contestó que tenía que ir a trabajar con su padre y que iría más tarde. Según cuenta una vecina fue testigo de como Josué se montó en el coche con su padre prácticamente a esa misma hora. «Mi marido regresó a las diez de la noche, y solo. Jamás me dijo que se fue con mi hijo a trabajar», recordó.
Aún así, ni la hipótesis ni esta información ha sido confirmada por la policía, y su desaparición sigue estando catalogada por la INTERPOL como 'desaparecido con peligro' y no como 'Secuestro familiar'.
Autor: Carlos Cabezas López (http://www.casoabierto.com)
Si desea obtener mas información sobre este caso visite la pagina de personas desaparecidas de la Guardia Civil. (http://www.guardiacivil.com/desaparecidos/)
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