Suaves decadencias de miradas profanas.
Angel errado.
Demonio extraviado.
Apenas el presentimiento de lo ya acordado,
pérdidas vanas en pensamientos vagos.
De lo tuyo sólo el rumor,
el ensueño esquivo
de lo que por casualidad llamas amor.
Almas fugitivas de lazos sempiternos,
enredos de palabras: horror.
De lo mío casi el dolor,
una espiga con forma de corazón.
Furtivos besos de ángel caído.
Huída divina del vahído
que sueles llamar perdición.