Ban Ki-Moon asegura que: “ hay ejemplos en todo el mundo que muestran que las tierras degradadas pueden recuperarse mediante practicas sostenibles" y gracias a sistemas agroforestales" y pidió "un incremento" de esas intervenciones para obtener "resultados en más lugares del mundo".
Las dos mil millones de personas que habitan esas zonas y, que se verían favorecidas, podrían asegurarse de esta forma un futuro mejor, dejando de sufrir los efectos negativos que está produciendo el calentamiento global.
El Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, hizo hincapié en apostar por un desarrollo sostenible en las zonas mas áridas del planeta para combatir la desertificación, puesto que para poder lograrlo no solo hay que realizar dicho desarrollo sino que además debe ser sostenible en el tiempo y abarcar a todos los sistemas forestales áridos.
Según él, hay que desterrar la idea de que invertir en estas zonas es demasiado arriesgado, y empezar a entender que tenemos que mejorar la calidad de vida de los pobladores de esas zonas y comprender que de esta forma, ayudamos a la economía mundial.
Por eso habría que activar un sistema de premios para las personas que consigan productividad en esas zonas.
El 42 por ciento de las selvas del planeta son bosques áridos. Imaginemos entonces la riqueza que podríamos conseguir.
Ojala lo escuchen y comiencen a actuar todos los organismos a los que les compete poner en práctica este pedido.
