Pocas decisiones suelen ser tan difíciles en un proceso de divorcio como saber quién se quedará con los niños, lo cual puede desembocar en una batalla por la custodia legal, o con la mascota.
Aunque parezca increíble, las parejas en divorcio también pelean por la posesión de la mascota. Sin embargo, en México no existe una legislación que regule la posesión de una mascota por parte de un cónyuge o de otro, pero sí se pueden tomar ciertas medidas para que la mascota sufra lo menos posible durante el divorcio.
Pon el bienestar del animal en primer lugar
Esta es la cosa más importante a considerar en cualquier caso de custodia. Piensa en quien puede cuidar mejor a tu mascota; si no tienes el tiempo suficiente para hacerte cargo de ella, ni pienses en quedártela. Una mascota necesita ciertos cuidados que requieren tiempo, además de que, por ejemplo algunas razas de perros suelen tener periodos depresivos si no tienen la compañía de su dueño.
¡Toma medidas para cuidar a tu mascota! Hay algunos pasos que puedes tomar para proteger a tu animal de compañía:
Incluyan a la mascota en un acuerdo prenupcial. Si ya estás en proceso de divorcio, tu cónyuge puede firmar un acuerdo de separación en el que se estipule la situación exacta de la mascota tras el divorcio. Nunca uses a tu mascota como moneda de cambio. Una vez más, piensa en el animal y en su bienestar, olvídate de la rabia y de la angustia. Si estás pasando por problemas en tu relación matrimonial, una mascota puede proporcionarte mucho apoyo emocional necesario. Eso sí, no dejes que tu mascota quede en medio de una batalla campal en el divorcio.