Creer o no creer: ese es el dilema

Creer o no creer: ese es el dilema

 

¿Cuánto futuro hay en el cementerio?, ¿cuánta riqueza yace en los ataúdes?, ¿cuántas acciones en los huesos desnudos?, ¿cuántas buenas ideas en esos cráneos vacíos?

¿Cuánto futuro se quedó olvidado bajo tierra?

Ciertamente, unos muertos son más llorados que otros, unos más recordados que otros y algunos hasta más festejados que otros. Lo que nunca observamos es el sepelio de los sueños por cumplir, de las metas inalcanzadas, de las ideas no cristalizadas.

¿Imaginas los millones y millones de proyectos que deben reposar en tierra santa? Calcula los beneficios que le hubieran traído a la humanidad.

No podemos extraerlas de su letargo, pero lo que sí podemos es luchar para no agregar un cadáver de eureka más a los recintos mortuorios.

¿Te has puesto a pensar en la cantidad de epifanías creativas que se te han ocurrido en la vida? ¿Las has contado? No dudo que sería una enorme cantidad. Pero la gran pregunta es: ¿por qué no están realizadas?, ¿por qué no han dejado de ser aspiraciones para convertirse en realidades?

No sé cuál sea tu respuesta, y menos si es razón o excusa, pero lo creas o no, esas ideas no son solo tuyas, son del planeta y tu cerebro las produjo para el bien común a través de tu intersección.

 

En la nave espacial tierra no hay pasajeros; todos formamos parte de la tripulación.

M. McLuhan

 

Debes comprometerte con tus proyectos, dales forma, prepara un plan de acción, ponte en movimiento, no te detengas. Haz lo necesario pero cree en ti,  confía en el guerrero ideólogo que mora en tu interior. Camina a su lado y juntos construyan una mejor humanidad.

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